Esta semana la policía encontró el cuerpo de un empresario textil que había desaparecido el 28 de diciembre. Su cadáver estaba enterrado en una fosa de Carabayllo. Según las declaraciones de los familiares, el hijo de este hombre confesó haber asesinado a su propio padre, por un adelanto de herencia, que este le negó.
Mató a su progenitor con un disparo, durmió con el cadáver y, al día siguiente, lo enterró en una fosa a un metro bajo tierra. Sus familiares lo buscaban intensamente, hasta que hallaron el cuerpo y descubrieron que se trataba de un parricidio. El móvil habría sido la ambición, un adelanto de herencia que su padre le había negado.
Domingo Al Día tuvo acceso a la manifestación de los implicados y cámaras de seguridad que muestran detalle a detalle lo que habría sucedido antes y después de este terrible asesinato, y quienes más habrían participado de este homicidio.
Sabino Quea Ccayo, nació en Puno, y llegó a Lima en busca de un futuro promisorio. Ese ímpetu y espíritu de lucha lo llevaron a ser dueño de 15 puestos en un mercado del callao, y al tener también otros negocios, incluso señalan que recientemente había adquirido 3 locales más.
Estaba casado con Marciana Quea, con quien tuvieron dos hijos. Un hombre emprendedor que construyó varias casas en el callao. Alquilaba algunos pisos de estas viviendas. Los bienes habrían sido el motivo de la gran avaricia de su hijo.
Hasta que el 28 de diciembre del año pasado, misteriosamente, este hombre de 64 años desapareció. Al no tener respuestas de su paradero, sus 6 hermanos, quienes viven en Arequipa, llegaron a Lima, extrañados al ver que nadie lo buscaba. Hablaban con Marciana Quea, esposa de sabino, quien confesó que su hijo lo había asesinado. Recién allí dio aviso a la policía, es decir, días después de la muerte.
Todos estaban en la casa de Josymar y, por la noche, cruzaron la vivienda de Sabino. Allí su hijo les confesó todo. Según doña Marciana Quea, 15 días antes, una fuerte discusión habría desatado la ira de Jossimar, quien sin remordimiento planeó al detalle el asesinato de su propio padre.
La policía buscaba el cuerpo de don Sabino por todas partes, incluso en todos los ambientes de la casa. Pero tras algunas diligencias, dieron con el paradero del empresario textil. La policía llegó al lugar y encontró el cuerpo, estaba 1 metro bajo tierra, atado de manos y pies, envuelto en bolsas y sábanas.
Según la necropsia, don Sabino falleció por traumatismo facial abierto, por proyectil de arma de fuego. Dicen que Jossimar desató toda su furia contra su padre y le disparó en la boca. Todos quedaron aterrados al saber que este sujeto sin escrúpulos había asesinado a su propio padre.
Familiares y amigos llevaron su cajón hasta el puesto del mercado Cochrane del Callao, donde trabajaba hace 25 años, siendo uno de los fundadores del lugar. El mismo día del velorio, la policía allanó la vivienda de Josymar, allí encontraron una caja fuerte donde había 445 municiones. Hallaron también una escopeta. Inexpresivo, sin una pizca de arrepentimiento, así aparecía Jossimar frente a la policía. Tras una orden de detención preliminar, fue conducido a la Depincri de Bellavista.
Domingo Al Día accedió también a imágenes que pertenecen al 27 de diciembre. Es el último registro que se tiene de don Sabino. Se le ve haciendo compras en un mercado a solo una cuadra de su casa. Está en short y polo, desde allí no lo volvieron a ver. Al día siguiente, es decir, el 28 a las 8 y 44 de la mañana. Se ve que la esposa de Sabino Quea sale de su vivienda. Hace una señal frente a la casa de su hijo. Él sale y va directamente al inmueble donde vive su padre.
Esta otra cámara es del 29 de diciembre, se ve que Jossimar Quea, saca el auto de la cochera de su casa. Y rápidamente lo estaciona frente a la vivienda de su padre, se ven movimientos extraños. Se observa a una mujer que coloca unas cosas en la maletera del auto. Luego, Jossimar y otra persona más cargan un pesado bulto, que sería el cuerpo de Sabino.
Según la manifestación de Marciana Quea, aquel día se quedó a dormir en su habitación junto a su hijo, atemorizada, mientras el cuerpo de su esposo estaba en el primer piso de la casa, en una habitación, lo habían colocado dentro de una tina.
La policía realizó la prueba de luminol en la vivienda donde vivía Sabino y su esposa, y en las escaleras del primer piso este dio positivo a manchas de sangre, como también en el pasadizo que conduce a una habitación. El luminol también dio positivo en la maletera del vehículo.
La esposa de Sabino señala que no denunció el hecho por temor a que su hijo atente contra su vida. Según dice, las había amenazado a ella y a su hija. Según la manifestación de Jessica, hermana de Jossimar, al día siguiente su tía y el padre de esta llegaron a su casa, con quienes fueron hasta un terreno de Carabayllo. En total fueron 5 personas.
El Ministerio Público inició la investigación preliminar contra Jossimar Quea por el crimen de su padre. Sin embargo, su abogado dio otra versión de los hechos al señalar que su defendido entró en pánico, por ello decidió esconder el cuerpo de su padre. Los hermanos de Sabino solo esperan encontrar justicia para este hombre que murió en manos de su propio hijo y exigen a las autoridades que continúen con las investigaciones para descubrir quienes más participaron en este horrendo crimen.
