Selección
Siete cosas que hiciste cuando jugaste tu propio mundial
Perú regresó a la Copa del Mundo luego de 36 años, pero ¿qué pasaría si te digo que siempre ha estado? ¿Cómo? ¿Recuerdas esas pichangas que jugabas, sobre una canchita de cemento, y en las que hacías de todo por ser la estrella del partido?
A continuación, recordaremos algunos episodios que viviste en tu comunidad cuando jugabas un partido de fútbol con tus amigos.
1. Jugabas contra los grandes: te enfrentaste a Brasil, Alemania, Italia, Argentina y jugaste con los grandes, Ronaldo, Zidane o Pelé. ¿Cómo así? ¿Recuerdas que tus amigos tenían estos nombres en sus camisetas de fútbol?
2. Los “más habilidosos” se iban al ataque y media cancha”: y complementando el equipo estaban los que tenían la mayor garra y entrega, quienes al igual que los grandes del fútbol, eran los más temidos en la cancha.
3. Los más cracks eran los capitanes y los que elegían: todos sabían quiénes eran los mejores peloteros del barrio, aquellos que se hacían las mejores pinturitas y que siempre terminaban en gol. Ellos tenían la táctica cual DT y capitán para seleccionar el equipo que se llevaría la gloria cada fin de semana. Sabías que algo estabas haciendo bien si eras elegido.
4. Lo mejor de todo: no había posición adelantada y tampoco árbitro, el que mandaba era el dueño del balón.
5. Cuando la pelota caía a la casa de tu vecino y no te la quería devolver: pobre del vecino que vivía cerca de la losa deportiva. Y pobre el que salía sorteado para ir a recogerla. El balón había que salvarlo de la ira del vecino para que no se la quedara como castigo, porque al instante que caía la pelota en la casa, esa cancha se quedaba vacía.
6. Y una de las reglas más importantes: el que bota la pelota, la trae. Y, cuando te faltaba un jugador, jalabas a alguien de donde sea.
7. No existía reloj que cuente el tiempo: te jugabas tus diez goles sí o sí, y si te iban ganando pedías diferencia de dos goles y te rajabas hasta ganar.
Todo pasaba en un lugar donde no se jugaba por dinero o fama, en un lugar creador de memorias y recuerdos inolvidables. Una canchita de cemento que nos permitía soñar.
¿Qué pasa si te decimos que existe un lugar que nos permite soñar? Si lo puedes soñar, lo puedes construir. Cemento Sol.