Extorsión a transportistas: gremios rechazan cámaras en buses
Transportistas denuncian ataques y asesinatos por extorsión. Rechazan cámaras de seguridad en los buses, aseguran que no previenen crímenes. Anuncian paro desde el 18 de junio
Los transportistas en Lima y Callao ya no se sienten seguros. Esta semana, tres conductores fueron baleados en sus vehículos en ataques por extorsión. En lo que va del año, 19 han sido asesinados. Las víctimas no son solo choferes, también pasajeros. La amenaza se repite en cada ruta: "paga o muere".
La propuesta del gobierno de instalar cámaras de videovigilancia en los buses no convence a los afectados. Para ellos, no es una solución real. “Una cámara no salva vidas”, dicen. La medida fue anunciada en septiembre de 2024, pero aún no se ejecuta por completo.
¿Qué dicen los choferes extorsionados?
Los conductores aseguran que pagan hasta a tres bandas distintas por semana. Denunciar los pone en la mira de los delincuentes. “Este año han matado a cinco compañeros míos”, afirma un chofer entre lágrimas. “Emocionalmente sentimos que la vida no vale nada”, agrega.
Muchos ya no quieren seguir trabajando en transporte. "Salimos con fe, con miedo, sabiendo que podríamos no regresar", dice otro. Las cámaras, según ellos, solo registran el crimen, pero no lo evitan.
¿Por qué no confían en las cámaras del gobierno?
Las autoridades anunciaron un sistema con reconocimiento facial en 24 mil buses y 60 rutas. Pero en la calle no hay señales de su implementación. Según la ATU, el proceso de compra inició en abril y recién se firmaría contrato en julio.
Líderes gremiales como Walter Carrera y Martín Valeriano cuestionan la propuesta. Aseguran que la seguridad necesita acciones inmediatas, no promesas a largo plazo. Para ellos, el problema es estructural: “Se necesitan leyes más duras, no cámaras”.
¿Qué harán los transportistas ahora?
Cansados de esperar soluciones, los gremios de transporte urbano, carga pesada, colectivos y mototaxis han decidido actuar. Anunciaron un paro nacional indefinido desde el 18 de junio. Su único pedido: que el gobierno los escuche.
Mientras tanto, los pasajeros también viven con miedo. "Uno se sube al bus y no sabe si regresará", dice una madre que viaja al mercado mayorista. "Aquí nadie se siente seguro" sentencia.














