¿Un niño obeso será un adulto con obesidad?

Algunos padres de familia, cuando notan que sus hijos pequeños suben de peso excesivamente, suelen preocuparse y tienen temor de que sufran de obesidad, uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas.  Pero, cómo reconocer que su peso no es el adecuado y sobre todo, ¿si un niño es obeso desde chico, tambien lo será cuando llegue a la adultez?

Según un artículo de la OMS del 2017, decía que el número de niños y adolescentes de edades comprendidas entre los cinco y los 19 años que presentan obesidad se ha multiplicado por 10 en el mundo en los cuatro últimos decenios. Las conclusiones de un estudio dirigido por el Imperial College de Londres y la Organización Mundial de la Salud indican que, si se mantienen las tendencias actuales, en 2022 habrá más población infantil y adolescente con obesidad que con insuficiencia ponderal moderada o grave.

En entrevista con Utileinteresante.pe, Suely Vidarte, nutricionista de Muna&Co, explicó cómo se diagnostica el sobrepeso y la obesidad en los niños y niñas.  

“En los primeros años de vida hay una curva de crecimiento recomendada y una ganancia de peso esperada.  Se tiene que ver la edad, el sexo del niño y niña, y el índice de masa corporal (IMC) un indicador simple de la relación entre el peso y la talla, de acuerdo a los patrones de referencia de la OMS que se utilizan en Perú (Ver aquí las tablas).  Cuando el peso pasa mayor al recomendado, hay un diagnóstico de sobrepeso y si pasa al siguiente rango, ya se tiene el diagnóstico de obesidad”, detalló.

La especialista refiere que se comparan los datos del niño con los patrones de referencia y ahí es que se puede saber si su talla y peso son los adecuados para su crecimiento.  Asimismo, recalca que adicional a los datos y sexo de los infantes, tambien se debe tener en cuenta que todos los cuerpos son distintos e influye la complexión de los familiares.

¿Si un niño es obeso, lo será de por vida? 

Vidarte indica que hay evidencia que confirma que ese niño o niña que tiene obesidad en etapas posteriores a su vida, ya sea la adolescencia o adultez, va a tener un mayor riesgo de presentar esta enfermedad crónica. 

“No hay cifras exactas en los niños, pero sí hay un riesgo incrementado, una adolescente con obesidad tiene 50% más probabilidades de que presente obesidad en la etapa adulta”, comentó.

Una inadecuada alimentación y la falta de actividad física suelen ser hábitos que se forman en los primeros años de vida y que van a ser influenciados por el entorno familiar o más cercano al niño.

“Si no se modifican o corrigen esos hábitos en la vida de los pequeños, se perpetuarán a lo largo de su vida”, advirtió Suely Vidarte.

En ese sentido, la nutricionista recomienda a los padres a realizar y continuar con los controles a sus hijos menores de edad, incluso cuando llegan a la adolescencia, para tener un diagnóstico precoz de obesidad o saber si el crecimiento se está deteniendo.