Hace un mes, la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar, presentó a la población la construcción del Sistema Alternativo de Recolección y Evacuación de Aguas de Lluvia (SARE) en el lugar conocido como Cinco Esquinas, en la ciudad de Piura.
Aseguró que esta zona, usualmente inundada por las lluvias, no sufriría afectaciones ante la presencia de un nuevo fenómeno natural. Asimismo, aseguró que toda la región estaba preparada para afrontar un nuevo Fenómeno del Niño.
Sin embargo, menos de un mes después, tras una lluvia moderada, la capa cobertora del SARE sufrió rajaduras luego de que el suelo erosionara por no soportar las precipitaciones. Este hecho causó mucha indignación en la población que no solo sufrió inundaciones a pesar de la obra, sino que también vio como la construcción que le acababan de entregar hace solo un mes, ya estaba necesitando reparaciones.
Pero la ciudad de Piura no fue el único lugar afectado por las precipitaciones. El distrito de Canchaque, en la provincia de Huancabamba, también fue escenario de inundaciones y deslizamientos. Ahí también se pudo constatar abandono de obras, esta vez por parte del gobierno regional, y el casi nulo conocimiento de la población sobre las razones que motivaron la interrupción de los trabajos.
