Muestran que bala estaba completa, ahora aparece deformada
Julio Calderón Díaz, policía del grupo especial Grecco murió víctima de dos impactos de bala tras un enfrentamiento ocurrido en el distrito de San Juan de Lurigancho
El 12 de junio pasado, Julio Calderón Díaz, policía del grupo especial Grecco murió víctima de dos impactos de bala tras un enfrentamiento ocurrido en el distrito de San Juan de Lurigancho. Esta placa de rayos X, realizada en la Morgue de Lima, muestra el proyectil que produjo el deceso. Como se observa terminó alojada en su cavidad abdominal.
El 13 de junio, la bala fue extraída. Sin embargo, un peritaje balístico de la Policía, a la que accedió la Unidad de Investigación de este canal, señala que dicha bala apareció deformada, situación que haría imposible determinar cuál fue el arma que la percutó.

Según la investigación, el policía Julio Calderón recibió un disparo perforante y otro penetrante en el muslo izquierdo. El autor del disparo sería su colega Paul Galicia Chacón.
Según este informe del Servicio de Diagnóstico por Imágenes de la Morgue de Lima, “se aprecia un elemento extraño de densidad metálica homogénea que se asemeja a un proyectil de arma de fuego parcialmente deformado.
La pericia balístico forense concluyó que se trata de un fragmento de plomo parte componente de un cartucho para arma de fuego de calibre no precisable, deformado en su base, cuerpo y ojiva por haber impactado sobre una superficie dura y resistente, es inaprovechable para el estudio microscópico comparativo.

Otro detalle no menos importante es que este proyectil deformado pesó 9.4 gramos. Un peso mayor a los proyectiles hallados en la escena del crimen.
¿Se trata de la misma bala? ¿Por qué apareció deformada? ¿Por qué pesa más? ¿Beneficia a alguien que este proyectil sea ahora inaprovechable? Solicitamos la versión oficial del Ministerio Público, pero respondieron que la información es reservada.














