Desconfianza total

La crisis política abre una nueva etapa con la designación de Betssy Chávez como jefa de Gabinete y la moción del Congreso para que el TC aclare la negación de la confianza

Pedro Castillo en mensaje a la Nación

El pedido de confianza planteado por el Ejecutivo en el Congreso de la República, el debate de ideas fue reducido a gritos de callejón y a un breve mensaje de la Mesa Directiva. Los aplausos de la derecha cayeron cual aguijones en el lado izquierdo del hemiciclo del Legislativo.

“Lo único que yo le dije al señor Bermejo es que puede agarrar su Asamblea Constituyente y tirarla a la basura. En este momento, el gobierno está con un plan absolutamente total para cerrar el Congreso y buscan forzar la Constitución de formas abiertamente dictatoriales”, dijo el congresista Alejandro Cavero.

Todo esto pasó tras la partida de los representantes de la OEA, que habían venido justamente a conocer el verdadero rostro de nuestra política. La misión enviada por la Organización de Estados Americanos se reunió, durante dos días, con los actores políticos de los tres poderes del Estado. Hasta el fin de la gira de la OEA, Ejecutivo y Legislativo sellaron una tregua tácita. Se esmeraron en mostrar sus mejores caras ante los diplomáticos.

“No podemos esperar nuevamente que venga un organismo internacional para que pueda poner paños fríos. Yo creo que ya es tiempo de que ambos poderes predisponen sus buenos oficios porque no le hace bien ni cerrar el Congreso, ni vacancia, ni suspensión porque estaríamos pateando el tablero de la democracia”, mencionó Edgar Tello, congresista del Bloque Magisterial.

La guerra fría se calentó cuando el Tribunal Constitucional le dijo al Congreso que su denuncia por “traición a la patria” contra el presidente Pedro Castillo Terrones debía ser declarada nula. Había además un tema pendiente, y también caliente, que definir: la cuestión de confianza planteada por el entonces premier Aníbal Torres.

Entre las fuerzas opositoras no había consenso en cómo enfrentar el tema, así que se reunieron discretamente en casa de la congresista Rosselli Amuruz para definir si se ponía a debate la cuestión de confianza o sólo se enviaba una carta al Ejecutivo declarándose inadmisible. 

Lo cierto es que, un día después de dicha cita, la Mesa Directiva del Congreso rechazó de plano el pedido de confianza planteado por el entonces jefe de Gabinete.

La decisión de la mesa directiva provocó airadas reacciones en el hemiciclo. Alejandro Cavero, de Avanza País; y Hamlet Echevarría, de Perú Libre, se dijeron zamba canuta.

En Palacio de Gobierno, la reacción no demoró. La Casa de Pizarro pasó a ser un fortín hasta el que llegaron los más cercanos colaboradores de Pedro Castillo. Después de un Consejo de Ministros de emergencia, casi a la medianoche, el presidente dio un mensaje a la Nación. 

“Luego de este rehusamiento expreso de la confianza, con la expresión de rechazo de plano, y habiendo aceptado la renuncia del premier, a quien le agradezco su preocupación por el país, renovaré el Gabinete”, mencionó el jefe de Estado.

En las propias palabras del presidente, el Gobierno daba por rehusada la cuestión de confianza, y por lo tanto, el Ejecutivo consideraba que la primera bala de plata había sido disparada por el Congreso. 

Al día siguiente, el Congreso respondió. La Comisión de Constitución puso al debate dos proyectos de ley que también apuntan a la salida de Pedro Castillo de la presidencia. La reglamentación de la suspensión presidencial, presentada por el congresista Alejandro Muñante, y el adelanto de elecciones generales, impulsado por las legisladoras Digna Calle y Susel Paredes. Ninguno se aprobó.

Horas más tarde, el presidente Castillo definía su nuevo Gabinete. La congresista y entonces ministra de Cultura, Betssy Chávez, juró como nueva presidenta del Consejo de Ministros.

Por la noche del viernes, Castillo completó su Gabinete. La mayoría de los ministros fueron ratificados en sus cargos. Se incorporaron seis nuevos integrantes en las carteras de Cultura, Desarrollo Agrario, Desarrollo e Inclusión Social, Energía y Minas, Mujer y Producción. La sorpresa fue el alejamiento de la vicepresidente Dina Boluarte.

El sábado, montado sobre sus propios problemas, el presidente Castillo aprovechó para referirse a estos intentos del Congreso por acortar su accidentado mandato. Pese a lo que dijo en su mensaje a la Nación del jueves por la noche, dos días después, el mandatario no se pronunció sobre el uso que le dará a la renuncia de Aníbal Torres, quien se fue de la PCM tras la improcedencia de su pedido de confianza.

Para evitar sorpresas, el mismo sábado, el Parlamento decidió votar en el pleno una moción para que el Tribunal Constitucional aclare la negación de la confianza. Mejor prevenir que lamentar, se escucha decir en Pasos Perdidos.

La moción se aprobó con 98 votos a favor, sólo 10 en contra y 4 abstenciones. Ahora, el Ejecutivo tiene un mes para que el gabinete Chávez acuda a pedir la confianza del pleno del Congreso. Ahí sabremos, finalmente, la intención del presidente.

La semana se cerró con el nombramiento de Aníbal Torres como asesor de la flamante premier Betssy Chávez después que ambos posaron juntos el día de la juramentación. Se trata, sin duda, de un grupo de amigos difícil de separar.

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