Una llamada anónima al 105 frustró el secuestro de toda una familia

Siete delincuentes simularon ser policías en un operativo para ingresar a la fuerza a una casa y secuestrar a una pareja y su pequeño hijo de 4 años

Video: Cuarto Poder

Esta es la llamada anónima de un vecino solidario a la central 105 de la Policía Nacional del ingreso de delincuentes armados y decididos a secuestrar a toda una familia. La aterradora escena ocurre en una casa ubicada frente a la suya.

Mientras eso sucede, en la central 105, los operadores movilizaban a todas las unidades hacia el lugar de los hechos.

El blanco del secuestro es la familia de Moisés y María, y su pequeño hijo de 4 años. Son instantes, primero de total sorpresa y luego de terror absoluto, de miedo impregnándose en el cuerpo.

Moisés y su esposa María nos pidieron proteger su identidad debido al terrible momento que les tocó vivir esta semana. Pese al miedo a represalias, sin embargo, han decidido contar su historia.

Siete delincuentes ingresaron violentamente a la casa de esta familia. Llevaban chalecos y hasta placas de la policía. Simulaban llevar a cabo un operativo.

Mientras un sorprendido Moisés no entendía qué pasaba y por qué lo habían amarrado como un delincuente, con las manos hacia atrás, María, su esposa, también era intimidada por esta banda de supuestos policías.

Desesperada y angustiada por no poder proteger a su pequeño, María solo atinó a obedecer cada orden dictada por estos falsos policías...

Mientras esto ocurría al interior del hogar de esta familia, afuera, en la calle, diversas unidades de la policía ya se movilizaban, gracias a la oportuna y solidaria llamada del vecino a la central 105.

El primero en llegar al lugar fue el sub oficial de tercera Alberto Alfaro, un policía con apenas cinco años y siete meses de servicio.

El sub oficial Alfaro tocó el intercomunicador de la casa. La llamada a la central 105 había alertado de un supuesto robo, por lo que debía confirmar lo que verdaderamente estaba ocurriendo al interior.

Amenazada por los delincuentes, María se negó nerviosa a abrir la puerta. Debía obedecer las órdenes sino quería que algo le ocurriera a su esposo y su pequeño de 4 años. El policía Alfaro percibió ese miedo en su voz.

Cuando por fin entró la policía a la casa, los delincuentes habían montado una escena para intentar despistar a los uniformados. Simularon una reunión familiar.

Pidieron documentos a los presentes y nadie los tenía. Pidieron los números de identificación y allí se encendieron más las alarmas.

El sub oficial Milton Guerrero ingresó los datos al sistema policial y se llevó una tremenda sorpresa. La supuesta reunión familiar tenía como invitados a varios avezados delincuentes.

Así se detuvo a estos siete delincuentes que estaban provistos con dos armas de fuego, chalecos y placas de la policía. Los falsos policías que iban a secuestrar a una familia entera y despojarlos de todo el dinero fruto de su trabajo.

Los integrantes de esta banda registran antecedentes por secuestro, robo agravado, tráfico de drogas, tenencia ilegal de armas. Uno de ellos tiene una requisitoria vigente.

Además de los chalecos y las armas, se encontró una agenda con una lista de víctimas extorsionadas. Era el control de cobros diarios y semanales. La contabilidad del delito.

Esta vez fue la llamada clave de un vecino y la rápida intervención de la policía lo que permitió salvar a una familia entera y capturar a una banda de peligrosos delincuentes.

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