Ciudadanos por el Perú es un antiguo sueño de Nicanor Boluarte. Un proyecto político que, junto a sus amigos, viejos hombres de izquierda, empezaron a cumplir, casualmente, en el año 2022 cuando Dina Boluarte llegó al poder.
Y este año están muy cerca de concretar el primer gran paso del sueño político. En enero, Ciudadanos por el Perú presentó al Jurado Nacional de Elecciones cerca de 32 mil firmas para conseguir su inscripción formal, como lo confirma el secretario general del partido, Alberto Moreno.
Sin embargo, parece que la recolección de firmas no fue tan franciscana qué digamos. Este documento es un análisis realizado por el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, mejor conocido como RENIEC.
Ellos han identificado que de las 32 mil firmas que Ciudadanos por el Perú presentó, cerca de 10 mil fueron consideradas como no válidas porque sospechan que un grupo de falsificadores utilizó los datos de personas como Andrea Chirinos y Lili Cenepo para cometer un delito: tomar sus identidades y falsificar sus firmas.
Parece que los equipos del partido político que impulsa el hermano de la presidenta Dina Boluarte, no son tan expertos como sí lo son los peritos de RENIEC quienes de las 10 mil firmas consideradas como no válidas extrajeron el 15%, es decir cerca de 1500 firmas para realizar un análisis más profundo. Los resultados confirmaron las sospechas: Cerca de 500 firmas fueron falsificadas, es decir podrían ser miles las firmas adulteradas.
Alberto Moreno, el amigo y socio político de Nicanor Boluarte, aceptó que no contrataron personas para recolectar firmas. Asegura que los propios militantes lo hicieron. De ser verdad, los responsables serían los miembros del partido, que se viene armando, con las viejas costumbres, de los viejos grupos que tanto critican.
Existen evidencias que apuntan a una mujer como una de las responsables de las falsificaciones, sindicada además como la operadora política del hermano de la presidenta.
Su nombre es Griselda Herrera. Apoyó a Dina Boluarte en la campaña presidencial, es íntima amiga de los dos hermanos Boluarte y en enero de este año fue denunciada por cobrar dinero a los prefectos y subprefectos de la región San Martín. La denuncia la hizo un exmiembro de Ciudadanos por el Perú, a quien Nicanor Boluarte contactó con Griselda Herrera.
