Empleados de Alejandro Soto coordinan campañas de desprestigio contra otros congresistas cusqueños

Los trabajadores del despacho del presidente del Congreso usan cuentas falsas en redes sociales para defender a su jefe y atacar a otros representantes de la región Cusco

Video: Cuarto Poder

Cuando Alejandro Soto llegó al Congreso de la República en 2021, lo hizo acompañado de un círculo de absoluta confianza. Tres de sus asesores eran cusqueños como él y trabajaron codo a codo en su campaña electoral. Otros en cambio, eran trujillanos muy relacionados al líder de APP, César Acuña.

Así como en la campaña, esas personas se convirtieron en pieza clave de su despacho, pero una en especial se sentía con todo el poder que Soto le encomendó.

Era noviembre de 2021, la asesora principal del ahora presidente del congreso, Sandra Rodríguez Vargas estaba conectada al programa Ronda Política del canal cusqueño CTC y buscaba que su equipo prepare la artillería para responder como trolls a los críticos de quien parecía ser todavía el conductor estelar, Alejandro Soto.

Como se puede comprobar el personal del despacho de Alejandro Soto con sueldo del Estado daba pie a una guerra en las redes solo para que el gran jefe no quede mal parado en su región. Pero como eran muchos los detractores necesitaban nuevas armas. Pensaban ya en las cuentas bamba.

Ese mismo día Penélope Cabezas, la joven contratada como técnico en la oficina de Soto, pero encargada además de cobrar una mensualidad a los trabajadores para pagar la pauta publicitaria en las redes del entonces congresista, propuso no sólo TROLEAR sino bloquear desde la página del canal CTC.

En medio de todo Soto seguía al aire y estaba furioso. Acusaba a su enemigo político, el entonces gobernador regional del Cusco Jean Paul Benavente, de usar trolls en su contra con plata de todos los peruanos.   

La mano derecha de Soto es el cusqueño Edgar Gamarra. Su función es hacer control de daños en Cusco y para ello cuenta con el absoluto respaldo del ahora presidente de la mesa directiva. En esta nueva conversación del 16 de noviembre de 2021, Gamarra Masco utiliza ese poder para pedir que intervengan en las redes sociales nada menos que de una entidad pública, de la municipalidad de Vilcabamba.

Esa vez Gamarra compartió una publicación de la municipalidad de Vilcabamba en Cusco. Era un saludo por su aniversario de parte de Alejandro Soto. La imagen del cusqueño provocó reacciones en contra del congresista, por eso Gamarra estaba desesperado y ordenó que la municipalidad elimine esos comentarios.

Desde este mismo despacho parecen enfilar, además, campañas de demolición en contra de los otros congresistas cusqueños.

Para esas campañas justamente, la asesora principal de Soto reclama por las cuentas falsas para atacar públicamente a parlamentarios de la ciudad imperial que también ganaron por voto popular.

El 22 de noviembre de 2021, el canal de televisión de la Universidad San Antonio Abad del Cusco posteó una imagen con la foto de cuatro congresistas cusqueños. Estaban Ruth Luque, Guido Bellido, Katy Ugarte y Alejandro Soto. Esa publicación incomodó a los principales asesores de Soto. Uno de ellos, Eduardo Quezada ordenó entrar a la página y burlarse de los parlamentarios.

Tres semanas después la asesora de Soto, Sandra Rodríguez y todo su equipo juraba venganza contra el acciopopulista Luis Aragón. 

Era 13 de diciembre de 2021, ese día la comisión de ética debatía el informe 016 que declaraba improcedente el inicio de investigaciones contra Soto Reyes por el delito de difamación. El despacho de Soto esperaba que Aragón vote a favor del archivo, pero el cusqueño votó en abstención.

La respuesta de Aragón provocó la furia de todo el equipo. Con su voto en abstención y el voto de Vladimir Cerrón en contra del archivo parecía que la denuncia contra Soto seguía en pie.

Pero al final la denuncia fue declarada improcedente y Soto se salvó. A Aragón no le perdonaron la vida.

Los chats revelan que, para los asesores de Soto, Aragón, no solo era el “Aaragán” -en un juego de palabras con su apellido y el adjetivo haragán-, sino el “maldito” que debía pagar por enfrentarse al ahora presidente del Congreso. Pero, después de esa votación, otra congresista de cusco, Ruth Luque, ya estaba en la mira del propio Alejandro Soto.

Guido Bellido también estaba en el radar. Los chats del círculo más cercano de Soto, de quienes parecían no dar un paso sin su aprobación también muestra la guerra sucia entre los propios congresistas de APP.

Era 30 de junio de 2021. El asesor parlamentario Julio Castillo Calizaya advertía al equipo que un topo del despacho de la congresista Edith Julón le reveló que estaba por presentar un proyecto de ley igual al de Alejandro Soto.

Con esa información dada por “el chino” Alejandro Soto podía adelantar su proyecto de ley antes y poner una bandera antes que su colega de bancada, Edith Julón.

Soto en la cima se siente inexpugnable, pero hoy no está solo. Tiene a la muralla cusqueña y a un congreso que parece ser el espejo de ese poder.

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