¿Por qué se hincha tu estómago y cuándo hay que preocuparse?

¿Ya cambiaste tus hábitos alimenticios y aún así tu estómago se sigue hinchando? Un especialista te explica qué otras afecciones pueden estar provocando esta condición y no lo sabías

Causas de la distensión abdominal.
Causas de la distensión abdominal.

Algunas personas, a pesar de hacer cambios alimenticios, aún padecen dolores estomacales, hinchazón o lo que se llama distensión abdominal. Pero, este problema puede tener otras causas, que van más allá de lo que uno come.

El Dr. Sebastián La Rosa, especialista en Medicina General, explica qué otras actividades y condiciones pueden provocar distensión abdominal y otras afecciones:

Alergias alimentarias

Son reacciones exageradas de nuestro sistema digestivo y a nivel de la mucosa intestinal frente a alimentos que no son una amenaza. Las alergias alimentarias más comunes en la población son la celiaquía (sensibilidad al gluten) y la intolerancia a la lactosa.

Estos y otros tipos de alergias, además de provocar inflamación intestinal, pueden estimular la permeabilidad intestinal, un trastorno que afecta al sistema inmune y puede volverse grave. Por ello, se recomienda la asesoría de un especialista y pasar por test específicos.

Flora bacteriana

El especialista indica que la flora bacteriana se desarrolla acorde a un tipo de dieta habitual. Si uno cambia su alimentación basada en mucha carne y se vuelve vegano, por ejemplo, a las semanas tendrá malestar estomacal, ya que el sistema digestivo no está preparado para ese tipo de ingestas.

“En realidad, el problema está en que tu flora bacteriana no está preparada para digerir la fibra insoluble que estás consumiendo y, por ende, generas mucha más fermentación y te sientes distendido por los gases que estás produciendo”, explica el Dr. La Rosa en un video para su canal.

Enzimas digestivas

Son proteínas que aceleran procesos digestivos importantes en el organismo. Cuando existe un nivel bajo de enzimas, no se metabolizan correctamente los alimentos, y si el hígado no está en buenas condiciones, por malos hábitos alimenticios, la capacidad metabólica no es óptima.

Es por ello que, al cambiar la dieta como para bajar de peso, uno se puede sentir mal y creer que se debe a lo que consume, cuando en realidad podría necesitar tomar enzimas, probióticos o hacer un cambio alimenticio más pausado. 

Sedentarismo

Estar sentado 12 horas frente a un monitor no ayuda a nuestro sistema digestivo. El cuerpo necesita la actividad de los músculos voluntarios (abdominales, glúteos, etc.) para ayudar a la movilidad del intestino delgado y grueso. 

La posición que asumimos sentados comprime el intestino delgado y grueso, obstruyendo el flujo digestivo normal, lo cual provoca la fermentación de las bacterias y el sobrecrecimiento bacteriano (sibo), con todos los síntomas que no quieres tener (flatulencia, náuseas, hinchazón y dolor abdominal, estreñimiento, diarrea)”, señala el Dr. La Rosa.

Estado de ánimo

Los niveles de estrés y ansiedad elevados modifican completamente el funcionamiento del sistema digestivo, provocando como respuesta diarreas por la inflamación de la mucosa intestinal y distensión abdominal. 

La actividad simpática (un conjunto de procesos que busca ayudarte a sobrevivir) aparece como reacción frente al estrés impidiendo la contractibilidad muscular del intestino delgado (su movimiento).

Es importante resaltar que cada una de estas condiciones tiene una solución viable y que lo recomendable es acudir ante la asesoría de un especialista. 

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