¿Por qué el dolor de ovarios no existe?

Conoce qué sucede realmente en tu cuerpo, incluso cuando aparece ese supuesto "dolor de ovarios sin regla"

Estos son tres motivos por los que sientes “dolor de ovarios”.
Estos son tres motivos por los que sientes “dolor de ovarios”.

Los días del periodo menstrual pueden convertirse en un infierno si vienen acompañados de un malestar intenso o incluso, en días previos cuando aparece el llamado dolor de ovarios sin regla. Pero la verdad es que los ovarios no duelen en ninguno de estos casos.

Lo que tienes que saber es que existen muchas causas de dolor pélvico, como es llamado correctamente, y no son los ovarios los culpables de tanto malestar.

La  ginecóloga Dr. Alejandra Andrino del blog "medifemgt" explica por qué no existe el “dolor de ovarios” y qué pasa en el cuerpo de una mujer, a ciencia cierta, cuando se presentan los cólicos.

1) A días previos o durante la menstruación: Lo que duele en realidad son las contracciones del útero, al irse desprendiendo el endometrio (lo que lo rodea). Si finalmente un embarazo no ocurre, el endometrio se desintegra en tejido y sangre, lo que viene a ser la menstruación.

2) Ovulación: Previo a la menstruación, lo que causa el dolor es la ruptura del folículo (como la cápsula del óvulo) que se produce al momento de liberar el óvulo para que llegue al útero. En ese momento puede haber un pequeño sangrado o que se libere algún líquido que irrite los tejidos y órganos alrededor, provocando así ese incómodo dolor en la pelvis o espalda.

Por que el dolor de ovarios no existe

3) Patologías: La especialista también indica que ese dolor pélvico puede ser una señal específica de una condición irregular, como fibromas, adenomiosis, quiste roto, endometriosis, enfermedad inflamatoria pévica, embarazo ectópico, aborto espotáneo, infecciones urinarias o vaginales, colón irritable o apendicitis.

Es importante resaltar que sufrir de cólicos menstruales no es normal. Si es un dolor pélvico intenso, que incluso puede causar vómitos, lo mejor será visitar a una ginecóloga de confianza y evitar la automedicación.

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