¿Cómo detectar que la menstruación le causa anemia a mi hija?
No solo cansancio y palidez. Pediatra brinda pautas para reconocer que una menor tiene anemia a raíz de su menstruación, y hasta cuándo es normal que sea irregular
Suele ser frecuente que en los primeros meses de la menstruación, cuando inicia en la menarquía, una niña o adolescente tenga ciclos irregulares durante seis meses a un año, o que incluso pueden mostrar abundante sangrado.
Sin embargo, muchas menores pueden acostumbrarse a este patrón en su menstruación y creer que es normal y con ello se puede desarrollar anemia, a pesar de tener una alimentación adecuada. Por ello, es importante el monitoreo parental en casa.
¿En qué nivel de hemoglobina una menor muestra anemia?
En conversación con ÚtileInteresante.pe, el Dr. Álvaro Altamirano, pediatra y asesor médico de Laboratorios Elifarma, señala que el nivel de hemoglobina normal e ideal en niñas y adolescentes, en promedio y en la mayoría de laboratorios, es entre 11.5 a 12 en adelante.
Caso contrario, cuando este disminuye de 11.5 hasta aproximadamente 9 se trata de una anemia leve; de 9 a 6, es moderada y menos de 6, es severa.

¿Es normal que las niñas y adolescentes tengan una menstruación irregular?
“La menarquia (primera menstruación) genera este desbalance a veces al inicio y la mayoría de ciclos son ciclos anovulatorios, que no generan un óvulo porque todavía su aparato está comenzando a responder a la maduración de los estrógenos y la progesterona”, explica el Dr. Altamirano.
Es por ello que este desbalance hormonal aumenta o a veces disminuye la producción del sangrado en la menstruación de una niña o adolescente.
Señales de alerta de una menstruación que causa anemia en niñas y adolescentes
Una madre o padre debe tener en cuenta que si bien existe un desbalance hormonal que acompaña la primera menstruación de una menor por algunos meses, este no debe ser el escenario normal. Por ende, es necesario identificar las siguientes señales de alerta:
- Un sangrado continuo o durante varios días. “Es bueno que las madres estén involucradas y vean cuántos días están menstruando las niñas. Si menstrua 7, 10 o 12 días, es un periodo muy prolongado, una menorragia”, agrega el Dr. Altamirano.
- Cuantificar el número de toallas higiénicas que usa al día. Si la menor gasta de 7 a 10 toallas higiénicas porque se llenan rápidamente y el flujo es alto, se trata de un metrorragia o periodo abundante, así solo sea por un par de días.
- Mancha la ropa constantemente. La toalla higiénica está diseñada con gel en el interior, semejantes a los pañales, y este capta el fluido. Si se satura y rebosa, la niña o adolescente se puede manchar, lo que indicaría un alto flujo de sangrado.
- Sangrados intermitentes. “Por ejemplo, entre un mes y el otro mes, a la mitad comienza a haber un sangrado de 2 o 3 días y esto también se explica por un desbalance hormonal de una paciente que recién está comenzando a menstruar”, resalta el especialista.
Finalmente, otros síntomas más directos de una posible anemia que pueden acompañar estas señales son el decaimiento, falta de energía, palidez y hasta desmayos.

¿Qué pasa si la menstruación es muy abundante y no se atiende?
La niña o adolescente va a comenzar a perder mucho más sangre de lo que su sistema hematológico puede reponer y, por ende, va a desarrollar una anemia por pérdida de sangre, lo que poco a poco en unos meses hará que la hemoglobina caiga y la situación sea aún más grave.
“Tanto así es la anemia que llegan a emergencia pacientes muy pálidas, taquicárdicas, que se han desmayado en el colegio o en la casa y de repente han tenido un desvanecimiento. Cuando uno toma el hemograma, este muestra ocho, a veces cuatro o cinco de anemia”, indica el pediatra.
¿Cómo se trata la anemia por menstruación abundante en niñas y adolescentes?
Cuando existen pérdidas importantes de sangre, la alimentación deja de ser suficiente y los especialistas optan por usar suplementos de vitamina B12 y hierro, ya sea vía oral o endovenosa, lo que va a llenar el déficit para que se produzcan más glóbulos rojos.
En el caso de que la anemia sea muy severa, los profesionales pueden indicar una transfusión sanguínea y, dependiendo del caso, el pediatra deriva al ginecólogo y nutricionista para evaluar a la paciente en conjunto.
Cabe resaltar que a su vez se recomienda consumir una dieta basada en carnes rojas, pescado, menestras, vegetales ricos en hierro, como la espinaca y col.
El Dr. Altamirano recuerda que mientras más aguda sea la anemia, más prolongada será la recuperación de una menor, por ello es importante que los padres siempre monitoreen los primeros meses de menstruación en sus hijas.









