Condenan al asesino de Miguel Uribe por crimen en mitin político

Un adolescente de 15 años fue condenado a siete años de internamiento por el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. El crimen ocurrió el 7 de junio durante un mitin político en Bogotá, cuando el menor le disparó tres veces, dos de ellas a la cabeza. Uribe murió el 11 de agosto tras permanecer dos meses en cuidados intensivos.

Según la Fiscalía, la condena se basó en los cargos de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas, ya que la ley colombiana no permite cambiar los delitos aceptados por un menor, incluso si la víctima muere después del ataque. El joven cumplirá la pena en un centro especializado y no será enviado a una cárcel común al alcanzar la mayoría de edad.

¿Cómo ocurrió el atentado contra Miguel Uribe?

El senador Miguel Uribe fue atacado durante un acto público en un barrio popular de Bogotá. De acuerdo con la policía, el adolescente disparó en tres ocasiones, dos de los disparos impactaron en la cabeza. Luego del atentado, el menor intentó escapar, pero fue reducido por los escoltas del político. Las autoridades confirmaron que el agresor actuó solo en el momento, aunque no se descarta que haya sido enviado por otra persona.

¿Qué dice la familia de Miguel Uribe sobre la sentencia?

La familia del senador criticó duramente la sanción, afirmando que la ley colombiana incentiva el uso de menores por parte de organizaciones criminales. Señalan que, pese a que el ataque terminó en un asesinato, la pena no se modificó, lo que consideran una falla del sistema judicial. Diversos sectores políticos se sumaron al pedido de revisar las normas que protegen a menores incluso en crímenes graves.

¿Quién está detrás del crimen político?

Aunque la Fiscalía no ha confirmado oficialmente la autoría intelectual del asesinato, las investigaciones continúan. En un inicio se sospechó de disidencias de las FARC, pero estas lo negaron. Las autoridades buscan a los responsables de planificar el atentado, en un contexto marcado por la violencia política previa a las elecciones presidenciales.

La muerte de Miguel Uribe y la condena al menor reabren el debate sobre el uso de adolescentes en el crimen organizado y la necesidad de reformar la justicia juvenil en Colombia.