Tumán: empresa vinculada al Grupo Oviedo retomó el control de la azucarera

Coali SAC es parte de la red de compañías nacionales y offshore del Grupo Oviedo

Captura América TV

El pasado viernes 3 de agosto a las 11 y 10 de la mañana, lugareños y trabajadores de la azucarera Empresa Agroindustrial Tumán, en Chiclayo (Lambayeque) pensaban impedir el retorno en el manejo de la empresa azucarera de la empresa Coali SAC, que es parte de la red de compañías nacionales y offshore del Grupo Oviedo.

La orden de devolverle la administración judicial a la empresa Coali SAC había sido dispuesta por un juez de Chiclayo. La policía soltó golpes y bombas lacrimógenas, el número de efectivos parecía superior al de los manifestantes, lo que facilitó que la orden judicial para que la empresa del Grupo Oviedo retome la administración de Agroindustrial Tumán se cumpliera sin mayor contratiempo.

El juez Ary Terrones Meléndez, titular del Primer Juzgado Civil de Chiclayo, fue quien autorizó y ordenó que la empresa Coali, del Grupo Oviedo, reasuma el control de Agroindustrial Tumán. Terrones le ha reconocido a la empresa Coali SAC la existencia de una supuesta deuda a su favor por casi 12 millones de soles que en teoría le prestó a Agroindustrial Tumán en forma de adelantos de dinero a cambio de azúcar.

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El juez recibió una pericia contable financiera que arrojaba que Agroindustrial Tumán no le había pagado a Coali SAC ni un sol de dicha deuda, por lo que Coali tenía total derecho de entrar a administrar Tumán, hasta cobrarse los casi S/. 12 millones que le prestó.

¿Quiénes son las partes legales en este litigio por la deuda? Son dos: la empresa Coali, que pertenece al Grupo Oviedo, y Agroindustrial Tumán, cuyo directorio es presidido por Antonio Becerril, hermano del congresista Héctor Becerril. Es decir, entre Coali, de Oviedo, y el directorio de Becerril, que en Tumán y en Pomalca ve los intereses del Grupo Oviedo, van a discutir si la deuda se pagó o no se pagó.

Es una deuda ficticia, señalan, inventada por el Grupo Oviedo para obtener millonarios fondos del negocio azucarero y derivarlos a sus offshore en Panamá y Andorra. Al comienzo, la deuda fue de S/. 37.9 millones, y el primer supuesto prestamista, la empresa D’Líbano, que de acuerdo a este acuerdo interno de los hermanos Oviedo, que obra en la carpeta fiscal 356 2015 por lavado de activos, forma parte de la red empresarial del Grupo Oviedo. Posteriormente, el derecho de la deuda pasó a manos de la firma Coali SAC, y ahora la suma asciende a S/. 12 millones.

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Para defender el carácter ficticio de la deuda, los trabajadores presentarán al Primer Juzgado un balance contable y dos pericias de los años 2007 y 2008 en las que no figura ninguna obligación de pago ni con D’Líbano ni con Coali. También presentarán copia de esta carta notarial del ex contador general de la administración judicial de la azucarera, que entre el 2006 y el 2015, durante nueve años, estuvo a cargo de la empresa D´Líbano.   

En la carta, remitida a la auditora Vera y Asociados en diciembre del 2015, el ex contador general dice: “No tengo conocimiento de la existencia de la referida deuda entre ambas empresas, en referencia a Agroindustrial Tumán y D´Líbano, ni está contabilizada en libros contables, ya que no hemos recibido los justificantes contables que validen el registro de esta transacción”.

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Quizás antes de que el Primer Juzgado Civil de Chiclayo dilucide si la empresa azucarera le debe o no los S/. 12 millones a la empresa Coali, debió determinarse si la deuda era o no era real, era lo que dictaba la lógica.

Además del negocio del cobro de las acreencias referidas, el Grupo Oviedo también controló el negocio de la venta del azúcar producida en esta planta.

Según un dictamen pericial contable del año 2007, apenas un año después de que el Grupo Oviedo asumiera el control de la azucarera, las empresas Shema SAC, Mega Supermayorista SAC y la propia D´Líbano, compraban el 99% del azúcar producida, para venderla a mejores precios en el mercado nacional.

Es decir, Oviedo y su grupo estuvieron en el lado de la producción, controlada por la administración judicial de D’Líbano, del Grupo Oviedo de acuerdo al acuerdo de socios, y en el lado de la venta del azúcar que se producía en la fábrica de Agroindustrial Tumán.

Habría que preguntarse si los que se beneficiaron del millonario negocio del azúcar fueron los trabajadores, o más bien las offshore del Grupo Oviedo creadas en Panamá y Andorra. Por donde se le mire, este es un negocio muy grande. Eso explicaría, quizás, ciertos despliegues y ciertas demostraciones de fuerza para defenderlo. 

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