Satipo: menor se convirtió en el héroe del rescate de niña raptada

Además, Zulema Tomás, directora del Hospital del Niño de San Borja, reveló que lesiones de la menor no corresponden a quemaduras, sino a heridas infectadas 

Después de 36 días de estar desaparecida fue hallada la niña de dos años, natural de Satipo, en condiciones inhumanas. La pequeña fue encontrada en estado de desnutrición, sin habla y con heridas infectadas por todo el cuerpo, esta desgarradora escena conmovió a la mujer policía que participó en su rescate.

A un mes de la desaparición de la niña, una llamada anónima a la comisaria de la zona alertó que la pequeña estaba en una comunidad nativa, en casa de un mujer conocida como Luzmila, lo que dijo después alarmó a la policía: la pequeña tenía quemaduras.

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Con esta información, la Policía montó un operativo rápidamente, pero no quisieron decirle nada a los padres hasta no confirmar dicha información.

Cuando los policías llegaron a la comunidad nativa Kirichari, en la frontera con Atalaya, los pobladores ashánincas se mostraron esquivos. Sin embargo, la estrategia de la sub oficial PNP, Zinnia Palomino, hizo que se ganara la confianza de un aliado, un niño de apenas siete años.

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La mujer policía le dijo al menor que una pequeña estaba en problemas y que él podría ser el héroe que la rescate. Así, el pequeño se convirtió en el capitán de la jornada. Entre sus amigos y con la aprobación de sus padres, logró averiguar dónde estaba la niña y todos los policías lo siguieron.

La Policía detuvo a Luzmila Poniro y a Roger Mariano Cruz, acusados de secuestrar a la pequeña, quienes han tejido versiones. Lo que no han podido explicar es como se lesionó la menor y por qué no la ayudaron.

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Por la gravedad de las lesiones, la pequeña fue trasladada al hospital del niño de San Borja y su pronóstico es aun preocupante. Luego de analizarla, los médicos han advertido que las lesiones de la menor no corresponden a quemaduras por agua hirviendo como dijeron los presuntos secuestradores.

La niña viene recibiendo todas las atenciones que necesita y va mejorando, queda pendiente el castigo que deben recibir sus raptores, pero esta historia deja una clara lección a los padres sobre el cuidado que deben tener con sus hijos. 

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