El piloto y la incautación de droga

Fernando de Olazábal y personas cercanas de su familia llevaban una vida de lujos y comodidades

Fernando de Olazábal. Foto: Correo
Fernando de Olazábal. Foto: Correo

Fernando de Olazábal se declaraba fanático de los motores, adicto a la velocidad, pero para las autoridades era solo una careta, una estafa en cuatro ruedas cuando realmente se dedicaba al narcotráfico.

El grupo Orión de la PNP captó en 2016 a De Olazábal en las calles limeñas cuando caminaba con el narco Zoran Jaski, el protagonista del túnel en exteriores del penal Castro Castro.

Hace una semana, su esposa Giannina Cazorla Reyes se mudó a una exclusiva casa en Lurín. Hubo información de que ella tenía intención de salir del país.

Los agentes se dieron cuenta de que no podían montar guardia por lo que la vigilaron mediante un drone. 

Mientras incautaban la casa de Giannina, la PNP intervenía a Carlos Morales, Hugo Muñoz, César Montalbán y la suegra del piloto, Teresa Reyes Málaga, todos acusados de ser testaferros.

La fiscalía descubrió que estaba semi vacía. La hipótesis policial es que De Olazábal usaba sus nombres para lavar el dinero que tenía.

Cuatro inmuebles, 3 vehículos y muchos documentos falsos fueron incautados por el Pronabi. Ahora el piloto está sin droga, sin sus propiedades y con su familia detenida. 

Esta carrera la perdió antes de llegar a la meta.

Relacionadas