Los Olivos: Emprendedor fue acribillado tras resistirse al robo de su celular

La familia de Koki Nicol Nicho, un joven negociante que, además, destacaba por su trabajo en redes sociales, exige la captura de los ladrones. La víctima falleció tras ser baleada en medio de un asalto

Los Olivos: Emprendedor fue acribillado al resistirse al robo de su celular - Foto y video: América Noticias

Dolor e impotencia es poco para describir lo que siente la familia de Kok Nicol Nicho Sajimison las lágrimas sin consuelo de una madre que está destrozada por perder a su hijo mayor, una vida inocente que fue apagada en un país donde la delincuencia mata despiadadamente para robar un celular.

Sus amigos del barrio de la urbanización Santa Rosa en Los Olivos y su hermano lo recuerdan con cariño, pues, ellos son a quienes siempre inspiró como ejemplo. Hoy ellos viven con la intranquilidad de que los asesinos del ser que tanto amaron continúan libres.

A sus 28 años, Koki Nicol fue un joven emprendedor profesional, un chico que transmitía alegría por doquier. Combinaba su talento creativo y cómico para crear tiktoks, así encontró la manera de recursearse con diferentes negocios. Él todo lo hacía divertido: venta de departamentos, terrenos e importaciones, lo que fuera para llevarse unos soles más al bolsillo, opto por trabajar día y noche con el fin de salir adelante.

Era diseñador gráfico, estudiaba ingeniería de sistemas, apasionado del emprendimiento hace nueve meses, abrió junto a su amigo un puesto de salchipapa y pollo broaster a solo una cuadra de su casa, pese al cansancio del trabajo y los estudios, noche a noche ponía todo su esfuerzo a la cocina.

El negocio fue un boom en redes sociales gracias a sus videos. Hasta que el último jueves, alrededor de las 8:30 de la noche, dos criminales asaltaron el local, arrebatándole la vida a Koki. Esa noche no estaba solo, su socio entregó el celular, pero Koki Nicho puso resistencia, se enfrentó a los facinerosos quienes abrieron fuego a matar.

Las balas que impactaron su hombro y espalda. Las cámaras de videovigilancias de casas aledañas registraron a los maleantes en motocicleta ingresar por el jirón Santa Eulalia. Pilar, madre de Koki, fue la última en llegar al lugar del crimen. Desesperada sufría la agonia de su hijo quien aún estaba con vida. Pidió ayuda, lo llevaron a la clínica más cercana, pero nada se pudo hacer, Koki falleció en los brazos de pilar en medio del tráfico de la avenida Angélica Gamarra.

Nuevamente, la delincuencia en las calles se lleva la vida de un profesional y estudiante, que prometía un futuro brillante. Queda una familia quebrada y todo un país que se pregunta hasta cuándo se seguirá derramando sangre y cobrando vidas por un celular.

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