La delincuencia y las extorsiones se han convertido en una amenaza constante para los empresarios y artistas en Perú.
Juan Pablo Fernández, administrador del local "El Huaralino”, ha estado recibiendo mensajes amenazantes desde diciembre y enero, lo que ha denunciado a la policía sin recibir una respuesta efectiva.
El Huaralino, conocido por albergar grandes eventos y apoyar durante la pandemia con la realización de pruebas, distribución de medicamentos y vacunas, también ha sido blanco de extorsionadores.
Fernández reveló que las amenazas de "Los injertos del Norte" incluyen videos y mensajes de texto, algunos identificados con acentos peruanos y otros venezolanos, sugiriendo la posibilidad de múltiples bandas interesadas en el dinero generado por su negocio.
Artistas también son amenazados
La situación se agrava al punto que artistas están siendo amenazados justo antes de subir al escenario, ocasionando cancelaciones de último momento y pérdidas económicas para los empresarios.
Este clima de miedo e inseguridad está llevando a algunos a considerar abandonar la industria y buscar otras formas de empleo, como es el caso de un promotor de eventos folclóricos que ha decidido retirarse.
Este escenario refleja un problema más amplio en Perú, donde la delincuencia y las extorsiones están afectando la operación económica del país y disuadiendo la inversión.
