Capturan a los asesinos del colchón

Según la policía, los dos detenidos pertenecían a una red dedicada a la trata de personas y la prostitución.

La victima y sus presuntos homicidas tenían antecedentes.

Esta semana la policía capturó a dos extranjeros que habrían participado en el crimen de un hombre, al que arrojaron en el interior de un colchón en San Juan de Lurigancho. La hipótesis apunta a un ajuste de cuentas por la trata de personas. Los detenidos se hacían llamar "Los Cachineros de Aragua".

La madrugada del 30 de mayo, se realizó un espeluznante hallazgo, los vecinos de San Juan de Lurigancho quedaron aterrados al encontrar el cadáver de un hombre escondido en el interior de un colchón. Tenía las manos y los pies atados, la boca cubierta con cinta adhesiva, y su cuerpo envuelto en bolsas negras, abandonado en plena vía publica, a solo 2 cuadras del penal de Lurigancho.

El cadáver fue identificado como Richard Alexander Gonzales Fuenmayor de 25 años, ciudadano venezolano que se dedicaba al servicio de taxi colectivo de Trujillo a Lima. Agentes de la División de Homicidios de la Dirincri lograron recopilar las imágenes de las cámaras de seguridad del 28 de mayo, día que fue visto por última vez.

Aquel sábado, se ve esta camioneta negra que llega a las 12 y 25 de la madrugada, era conducido por Richard, que venía de Trujillo haciendo taxi colectivo. Terminada su jornada, ingresa a este grifo de la avenida Tomas Valle. Tenía como rutina descansar por los alrededores de Plaza Norte, y en horas de la mañana buscar pasajeros para retornar a Trujillo.

Pero a las 9 y 29 de la mañana despierta y se estaciona mejor, se ve que baja del carro, lleva un buzo negro, y empieza a limpiar la camioneta, 10 minutos después se retira. Esa fue la última vez que se le vio con vida.

Esta es una de las hipótesis planteadas por la policía. Asesinato por ajuste de cuentas, vinculado a la trata de personas. Extrañamente el mismo 28 de mayo, a las 2 y 32 de la tarde la camioneta de la víctima se desplaza hasta el estacionamiento del mercado Los Álamos, en San Juan de Lurigancho, pero Richard no era el que manejaba, en ese momento se encontraba cautivo en manos de sus atacantes.

Junto a este va un mototaxi, de donde baja un sujeto con short verde y polo negro, ingresa seguido por el carro. Extrañamente, el mismo día fueron varias las visitas que hicieron estas personas a la cochera para observar la camioneta. A las 3 y 33 de la tarde, se ve que se estaciona un mototaxi, baja el sujeto de polo rojo, e ingresa al estacionamiento, sube a la camioneta y a los minutos sale, conversa con su cómplice, tal vez, coordina que hacer con el vehículo de su víctima.

Dos horas después regresa el mototaxi, y esta vez desciende el sujeto de short verde con una mujer de casaca roja. Ambos ingresan al estacionamiento, se acercan a la camioneta, le toman fotografías, al parecer pensaban venderla.

El domingo 30 de mayo de madrugada, arrojaron el cadáver de la víctima muy cerca al penal de Lurigancho. Mientras todos se preguntaban quién habría sido capaz de este aterrador crimen, los asesinos planeaban qué hacer con la camioneta de la víctima.

A la 1 y 3 de la tarde se ve que llevan el vehículo al asentamiento humano Juan Pablo II, detrás lo sigue un mototaxi. Horas después, fue encontrado por la policía en la quinta zona del asentamiento humano. Por la placa, dieron con el dueño de la unidad a quien Richard envió un audio horas antes de ser secuestrado.

Pero, ¿qué pasó el 28 de mayo?, ¿dónde estuvo Richard retenido durante dos días hasta que fue arrojado sin vida?

El coronel PNP Víctor Revoredo, jefe de la División Homicidios de la Dirincri, indicó que “de acuerdo al trabajo de inteligencia de Venezuela, se ha establecido técnicamente que esta persona se encontraba ligada a la organización del Tren de Aragua, es oriunda de ese estado de Venezuela, allí inicia sus actividades criminales. Esta persona huyó en su momento y quería rehacer su vida criminal en la prostitución, para eso tienen códigos criminales”.

Tras una exhaustiva investigación la división de homicidios de la Dirincri logró capturar a Chistian Moises Adonais Ortega Espinoza de 24 años y a Luis Muguel Piña Prato de 32, ambos venezolanos, integrantes de la organización criminal “Los Cachineros de Aragua”, acusados por el delito contra la vida el cuerpo y la salud de Richard Alexander Gonzales Fuenmayor.

Según la policía, los dos detenidos pertenecían a una red dedicada a la trata de personas y la prostitución. La victima y sus presuntos homicidas tenían antecedentes.

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