Agente de inteligencia asegura que se realizaron fiestas en el Real Felipe de manera irregular

La histórica fortaleza ha sido usada para bodas y quinceañeros sin saber con exactitud cuánto dinero se pagó y a qué bolsillo fue a parar

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La Fortaleza del Real Felipe, en el Callao, atesora innumerables gestas patrióticas. Pero sus murallas esconden aún insospechadas historias.

Lejos de las épicas batallas que aquí se libraron, la fortaleza ha acogido fiestas, eventos y toda clase de reuniones tanto públicas como privadas. Los amplios espacios, y la decoración a gusto del cliente, nunca faltaron.

Desde 2018, el Ejército se encarga de administrar el monumento y, sin embargo, no tiene claro el número de actividades realizadas en su interior.

El interés por los matrimonios y demás eventos celebrados en el Real Felipe surge a raíz de las revelaciones de un agente de inteligencia militar que fue asignado al fortín chalaco a inicios del 2021 y que asegura que muchas de las reuniones sociales que se llevaron a cabo allí se hicieron de manera irregular.

Para entender claramente el problema hay que saber que dentro de la Fortaleza del Real Felipe está acuartelado el Batallón de Infantería de la Legión Peruana de la Guardia, unidad creada en 1821 por el mismo don José de San Martín. Doscientos años más tarde, la Legión Peruana de la Guardia estuvo a cargo del coronel Livio Luna La Torre.

Precisamente el 17 de agosto del 2021, el coronel Luna cedió en alquiler 150 metros cuadrados de la Legión Peruana de la Guardia para que se instalara allí una cafetería. El contrato decía con claridad que el inmueble debía ser usado única y exclusivamente para servicios de restaurante. Carlos Manuel Ramírez Berrocal, de la empresa Briyol Producciones SAC, fue el arrendatario por un plazo renovable de cinco meses.

Por entonces, la pandemia del Covid-19 aún arreciaba, pero Carlos Ramírez, lejos de servir café a los militares, lanzaba videos en redes sociales.

Los documentos indican que el negocio de Carlos Ramírez tenía licencia para operar como restaurante o cafetería. Pero lo que el dueño de Briyol promocionaba era un producto muy diferente.

En el espacio que regentaba en la fortaleza, Carlos Ramírez exhibía un catálogo completo para novios que quisieran celebrar su boda, nada menos que en los salones y patios del Real Felipe.

William Yucra dice hablar con conocimiento de causa pues él mismo ha trabajado como agente de seguridad en los eventos organizados por Carlos Ramírez.

No puede precisar cuántos eventos se realizaron en 2021, en plena pandemia, pero tiene chats que comprueban que sí trabajó, al menos, en dos de ellos. Asegura que cobraba hasta 250 soles por evento.

Uno de los chats tiene fecha 17 de diciembre y es una conversación entre Yucra y el coronel Luna.

Otro diálogo, esta vez con Carlos Ramírez, corresponde a la víspera de una actividad que debía realizarse el 26 de diciembre.

De haberse hecho por los canales formales, estos eventos debían de tener un contrato firmado por el general de la 2da División del Ejército, a la cual pertenece la Legión Peruana. Pero en sus cuarteles de invierno el entonces comandante de la 2da división, general Fernando Leguía, dijo no haber firmado documento alguno.

Logramos hablar por teléfono con el coronel Luna, en situación de retiro igual que Leguía, pero no autorizó a que publicáramos sus descargos sobre los eventos en el Real Felipe.

Para el 2022 hubo cambios de mandos en el Ejército, y la comandancia de la Legión Peruana de la Guardia le fue asignada al coronel Carlos Rabanal.

Según la versión de Yucra, en el 2022 apareció otro personaje de nombre Patricia Francia. Esta mujer también organizaba eventos en el Real Felipe y firmaba contratos en los que alquilaba el auditorio y ofrecía servicios de seguridad por montos de 3 mil 600 soles. Se presentaba ante la clientela como administradora del centro de convenciones del Real Felipe, pese a que no trabaja para el Ejército ni tiene un contrato firmado con la institución.

En los primeros meses del 2022 hubo un punto de quiebre en esta aparente maquinaria bien engranada. Debido a denuncias de acoso sexual hechas por personal femenino, Inspectoría del Ejército hizo una visita a los cuarteles del Real Felipe.

El entonces inspector de la 2da División del Ejército, Manuel Alarcón – que actualmente es Jefe de Brigada de Montaña en Puno – le pidió al adjunto del oficial de seguridad – William Yucra –que le haga un informe detallado sobre las visibles irregularidades.

En su informe por escrito, Yucra mencionó que los eventos se realizaban con la venia de César Briceño, entonces comandante de la 2da División, y actualmente número dos del Ejército. Ese, dice, fue el clavo que selló su sepultura.

Y es que, después de su informe, donde daba cuenta, entre otros temas, de los negociados del coronel Rabanal, el suboficial Yucra fue castigado con seis días de rigor por haberle atribuido al superior conductas ilícitas sin mayores pruebas.

El general Briceño, como jefe de División, también sancionó al coronel Rabanal, pero su castigo no lo alejó del puesto de comandante de la Legión.

Pero las sorpresas no acaban ahí. Una investigación del Ejército arrojó que, pese a los videos y fotos de todo tipo de eventos en el Real Felipe, solo unos cuantos, entre los años 2021 y 2022, se realizaron de manera formal.

Sin embargo, este monto de 4 mil 900 soles estaría lejos de lo que realmente los organizadores pagaron para realizar sus eventos en los salones y la explanada del Real Felipe.

Solo estos vouchers pagados a Patricia Francia por unos organizadores de bodas – cuyas fechas se enmarcan en el periodo 2019 a 2022 – suman en total 15 mil 700 soles.

Y aunque el Ejército no tiene la cifra exacta, los propios organizadores de las fiestas aseguran que se han realizado más de 100 eventos sociales en el Real Felipe en los últimos cinco años. ¿Cuánto dinero se pagó y a qué bolsillo fue a parar?

Buscamos el testimonio de Patricia Francia y la encontramos en su casa de la zona denominada Barracones, en el Callao.

Tras la visita de Inspectoría al Real Felipe en abril de 2022, hubo aún más bodas y fiestas en la Fortaleza. El Ejército asegura que, según sus registros, la último de ellas fue en agosto del año pasado.

Pero esta información oficial no es cierta. Después del 13 de agosto, siempre a todo vapor, continuaron las fiestas en la Fortaleza. Aquí vemos un fastuoso quinceañero que incluyó show de faquires tragafuego, y baile sobre pistas de luces led.

Si los agentes de seguridad como William Yucra cobraban hasta 250 soles por evento, la tropa no la pasaba igual. A algunos de los soldados les pagaban 30 soles o a veces nada por cuidar los baños o limpiar los salones.

William Yucra apelará los seis días de rigor que le impusieron por decir, lo que él asegura, es su verdad. Entre tanto, quedan muchas respuestas pendientes sobre los eventos y los alquileres a terceros de ambientes dentro de la Fortaleza del Real Felipe.

Este recinto histórico que durante años nos libró del asedio de corsarios podría ser escenario de una nueva batalla, pero esta vez contra piratas que usan los bienes del Ejército para lucrar, únicamente, en beneficio personal.

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