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Carissa Klundt, una mujer de 41 años, afirma que una visita de rutina al quiropráctico en Las Vegas le cambió la vida para siempre. Según reportó The Daily Mail, un ajuste de cuello realizado por un suplente le provocó una grave lesión en una arteria vertebral, dejándola postrada y con dolor crónico.
Klundt acudía regularmente a sesiones de quiropráctica para aliviar dolores de espalda tras una cirugía de extracción de implantes mamarios. Sin embargo, en noviembre de 2022, un nuevo quiropráctico realizó un movimiento que, según ella, le provocó un dolor inmediato y náuseas.
Semanas después, comenzó a sufrir desmayos y alteraciones visuales. Fue entonces cuando su esposo la llevó al hospital, donde una tomografía reveló una disección de arteria vertebral (VAD), una condición que puede obstruir el flujo sanguíneo al cerebro y provocar un derrame cerebral.
Klundt fue trasladada a cuidados intensivos, y los médicos confirmaron que estuvo al borde de una tragedia. “Podría haber muerto fácilmente. Fue traumático para toda mi familia”, declaró. Durante el primer mes, estuvo en cama, dormía hasta 17 horas diarias y necesitaba ayuda para caminar.
A casi tres años del incidente, aún no ha recuperado su vida por completo. Exinstructora de fitness, hoy ya no puede esquiar ni subir a una montaña rusa. “No se trata de culpar, sino de crear conciencia. Quiero que la gente entienda los riesgos y síntomas de esta condición tan peligrosa”, concluyó.





