Estados Unidos ha lanzado un programa nacional que permitirá a millones de personas acceder a anteojos y exámenes visuales sin costo. La iniciativa, respaldada por fondos federales y estatales, prioriza a beneficiarios de Medicaid y a menores de 21 años, quienes recibirán atención visual gratuita como parte de los servicios médicos esenciales garantizados por ley.

El plan responde a las profundas brechas de acceso visual que afectan especialmente a personas de bajos ingresos. Según datos del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), millones de adultos quedaron sin cobertura oftalmológica en 2022 y 2023 debido a políticas estatales restrictivas. La nueva estrategia busca revertir esa realidad mediante la cobertura total del costo de lentes básicos y la ampliación de convenios con organizaciones que ya prestan estos servicios de forma gratuita o subvencionada.

Medicaid, la base del nuevo plan de salud visual

El corazón del programa es Medicaid, el sistema federal de asistencia médica que, aunque gestionado por cada estado, debe cumplir con lineamientos mínimos que incluyen la atención oftalmológica. Bajo esta estructura, los menores de 21 años ya acceden, por ley, a evaluaciones y anteojos sin costo mediante el componente EPSDT. Ahora, esta garantía se extenderá a adultos con necesidad médica comprobada, quienes recibirán un par de anteojos básicos cubiertos al 100%.

Además, para casos complejos que requieran lentes bifocales, especiales o tratamientos adicionales, el programa prevé subsidios parciales, ajustados según el diagnóstico. Esta medida busca equilibrar el acceso frente a situaciones clínicas más delicadas, donde el costo de monturas y lentes especializados puede resultar prohibitivo.

Alianzas con organizaciones refuerzan el alcance

Una de las claves del programa es su articulación con organizaciones sin fines de lucro que ya operan en el sector. Entidades como VSP Eyes of Hope, Lions Club International y New Eyes for the Needy colaborarán en la implementación, permitiendo que los beneficios lleguen a más personas sin seguro o con cobertura limitada.

Estas alianzas permitirán que la atención se ofrezca no solo en centros médicos públicos, sino también en ópticas comunitarias y cadenas privadas que se comprometan a no cobrar costos adicionales a los beneficiarios. Esta red mixta de distribución busca hacer más ágil y amplia la entrega de lentes, especialmente en estados que antes limitaban severamente el acceso para adultos.

Implementación gradual y monitoreo de resultados

La puesta en marcha del programa está prevista en fases a partir de la segunda mitad de 2025. Se comenzará en estados con mayores niveles de exclusión visual, como Colorado, Carolina del Norte y Nuevo México, donde usuarios han denunciado demoras o negaciones en la atención. Las autoridades federales ya coordinan con gobiernos locales y proveedores de salud para garantizar la cobertura efectiva.

El gobierno también ha previsto un sistema de seguimiento que permitirá evaluar el impacto del programa en indicadores clave como la salud general, la educación y la productividad laboral. Se estima que el costo promedio de un examen y lentes sin seguro ronda los U$D 485, una suma que muchos hogares en situación precaria no pueden afrontar, lo que refuerza la urgencia de esta medida.