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Un mes después del fatal accidente aéreo en San Diego, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe preliminar que revela detalles escalofriantes del siniestro. La madrugada del 22 de mayo, un avión privado modelo Cessna 550 Citation se estrelló mientras se aproximaba al Aeropuerto Ejecutivo Montgomery-Gibbs, causando la muerte de los seis ocupantes a bordo, entre ellos el reconocido exbaterista de The Devil Wears Prada, Daniel Williams.
El documento señala que la nave impactó con cables eléctricos a tan solo 92 pies del suelo, aproximadamente a 19 kilómetros del aeropuerto. El motivo fue que la aeronave se encontraba volando a una altitud inferior a la recomendada para aterrizajes seguros. El informe también indica que el piloto, cuya identidad aún no ha sido confirmada, ignoró una serie de advertencias del control aéreo y decidió continuar con la maniobra de aterrizaje, pese a las condiciones adversas.
El informe preliminar detalla que el sistema de iluminación en tierra, fundamental para guiar a las aeronaves durante el aterrizaje nocturno, no estaba en funcionamiento esa madrugada. A esto se sumó que los datos meteorológicos del aeropuerto eran insuficientes, lo que limitó la visibilidad y dificultó aún más la operación del piloto. Según los datos recopilados, la falta de iluminación contribuyó a que la nave descendiera peligrosamente hasta colisionar con el tendido eléctrico.
Aunque el reporte de la NTSB no identifica oficialmente al piloto, se presume que Dave Shapiro, productor musical y dueño de la aeronave, estaba a los mandos en el momento del siniestro. El documento recoge que no se registró ninguna comunicación del piloto informando sobre las condiciones meteorológicas, lo cual habría sido determinante para tomar decisiones más seguras, como desviar el vuelo hacia otro aeropuerto.
Un audio difundido por LiveATC.net reveló que el piloto y el controlador aéreo discutieron sobre la posibilidad de aterrizar en otra pista, debido a la inestabilidad de las condiciones. Sin embargo, el piloto concluyó que “estarían bien” y continuó con la maniobra. Finalmente, el avión voló casi 200 pies por debajo de la altitud de aproximación recomendada, lo que resultó en el choque con los cables y la posterior caída.
Además de Williams y Shapiro, las otras víctimas del accidente fueron Emma Huke (25), Kendall Fortner (24), Celina Kenyon (36) y Dominic Damian (41). Todos fallecieron en el acto. La NTSB ha subrayado que aún es pronto para determinar las causas definitivas del siniestro y que los resultados finales del informe podrían tardar hasta dos años en completarse.
Por ahora, la investigación continúa enfocada en reconstruir los últimos momentos del vuelo, evaluar si existieron fallas humanas, técnicas o de infraestructura, y determinar si hubo negligencia en la toma de decisiones antes del aterrizaje.





