Walmart y Amazon, líderes indiscutidos del retail global, se encuentran explorando un cambio disruptivo en sus sistemas de pago: el lanzamiento de sus propias stablecoins. Esta posible incursión en el mundo cripto busca mejorar la experiencia del cliente y, a la vez, reducir significativamente las comisiones que pagan por el uso de tarjetas de crédito.

Según un informe de The Wall Street Journal, ambas compañías ya están analizando cómo integrar este modelo en sus plataformas. De concretarse, podrían evitar millones de dólares en comisiones que actualmente destinan a bancos y emisores de tarjetas como Visa y Mastercard, que cobran entre un 1 % y 3 % por transacción. De hecho, tras conocerse la noticia, las acciones de Visa cayeron un 5 % y las de Mastercard un 4 %, mientras que Amazon y Walmart se mantuvieron estables.

Stablecoins: impacto financiero y marco legal en desarrollo

Las stablecoins, a diferencia de otras criptomonedas más volátiles como Bitcoin, están respaldadas por activos estables —como el dólar o el oro—, lo que les permite ofrecer mayor previsibilidad y confianza como medio de pago. No obstante, su implementación no depende solo de la voluntad empresarial.

Actualmente, el Senado de Estados Unidos evalúa el Genius Act, una propuesta legislativa que establecería las regulaciones necesarias para que empresas privadas puedan emitir este tipo de criptoactivos. Aunque ya superó una votación procesal inicial, aún necesita la aprobación completa en ambas cámaras del Congreso para entrar en vigencia.

Pese a la atención mediática, tanto Amazon como Walmart han optado por el silencio. Un vocero de Walmart evitó comentar al respecto, mientras que Amazon no respondió a la solicitud de declaraciones de Investopedia. Sin embargo, el interés creciente en soluciones de pago más eficientes y menos costosas sugiere que el ecosistema financiero podría estar en la antesala de una transformación profunda.

Si las stablecoins corporativas se materializan, no solo modificarán la relación entre consumidores y empresas, sino que también podrían redefinir el papel de los bancos y emisores de tarjetas en el comercio electrónico.