Estados Unidos ha dado un nuevo giro en su política migratoria: desde esta semana, quienes soliciten una visa de estudiante (F), visitante académico (J) o participante de intercambio (M) deberán configurar sus redes sociales como públicas. La medida, impulsada por la administración republicana, busca ampliar los controles de seguridad nacional, según confirmaron fuentes del Departamento de Estado.

La normativa autoriza a los funcionarios consulares a revisar las publicaciones, interacciones y actividad digital de los solicitantes en plataformas como Instagram, TikTok y X. Según el medio Politico, el objetivo es detectar posibles “actitudes hostiles” hacia la cultura, instituciones o ciudadanos estadounidenses, así como señales de apoyo a organizaciones terroristas o expresiones antisemitas.

Medida de seguridad o vigilancia digital excesiva

Esta nueva disposición migratoria ha despertado inquietud en comunidades estudiantiles y organizaciones de derechos civiles, que consideran que la medida puede interpretarse como una forma de vigilancia invasiva. Aun así, el Gobierno sostiene que se trata de una herramienta necesaria. “Los ciudadanos esperan que su gobierno garantice la seguridad del país. Esta verificación reforzada nos prepara para los desafíos del siglo XXI”, expresó el Departamento de Estado en un comunicado.

Además, se advirtió que mantener los perfiles en modo “privado” podría ser visto como un intento de ocultar información relevante, lo que podría afectar negativamente el proceso de solicitud. La norma será aplicable a todos los nuevos aspirantes sin excepción, incluso si no existen antecedentes de activismo político.

La directiva llega poco después de que se suspendieran temporalmente los visados de estudio, una medida que también incluyó la cancelación de visas a estudiantes involucrados en protestas propalestinas y a ciudadanos chinos con presuntos vínculos con el Partido Comunista.