Perder un empleo puede ser un momento difícil, pero en Estados Unidos existe un respaldo económico que puede aliviar la carga mientras buscas una nueva oportunidad. Se trata del seguro de desempleo, un beneficio temporal que otorgan los estados bajo lineamientos federales.

Sin embargo, no todos califican automáticamente. La elegibilidad depende de múltiples factores: desde el tipo de despido hasta el historial laboral reciente y los ingresos reportados. Además, cada estado establece sus propios criterios, lo que hace indispensable consultar la normativa local antes de iniciar el trámite.

Requisitos clave y cómo avanzar con la solicitud

Para ser elegible en 2025, deberás demostrar que trabajaste recientemente en un empleo cubierto por este seguro, generalmente en los últimos 12 a 24 meses. También se exige haber ganado un ingreso mínimo determinado por tu estado y haber perdido el empleo sin culpa propia. Además, deberás estar disponible y activamente buscando trabajo.

Según las guías estatales, es necesario presentar documentos como el número de Seguro Social, historial laboral, motivo del despido y, en algunos casos, información migratoria. La solicitud puede hacerse en línea, por teléfono o de forma presencial.

"Los pagos suelen comenzar entre dos y tres semanas después de la aprobación", detallan las agencias estatales de desempleo. Además, el monto semanal y la duración del beneficio varían significativamente entre estados. Por ejemplo, Massachusetts supera los U$D 1 000 semanales, mientras que otros estados ofrecen menos de U$D 300.

Dado que las reglas cambian anualmente, los expertos recomiendan revisar frecuentemente las actualizaciones estatales. Contar con información oficial y clara puede marcar la diferencia entre una solicitud exitosa y un retraso innecesario.