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Estados Unidos lanza una ofensiva financiera y migratoria contra redes del fentanilo


Florida es sinónimo de sol, parques temáticos y vida nocturna, pero también alberga tesoros poco explorados que ofrecen experiencias auténticas, naturales y culturales. Si planeas viajar pronto, te conviene conocer cinco destinos recomendados por una residente local que lleva más de 25 años recorriendo el estado.
Verónica Croes, escritora de viajes y colaboradora de Business Insider, invita a descubrir zonas fuera del circuito turístico tradicional. Desde pueblos costeros con historia hasta islas tranquilas, su selección va más allá del clásico paseo por Disney o Universal, revelando un Florida más íntimo y diverso.
Fundada por inmigrantes europeos, St. Augustine es considerada la ciudad más antigua de Estados Unidos. Recorrerla es viajar al pasado, ya sea en bicicleta, a pie o navegando por sus aguas. La calle St. George concentra tiendas, restaurantes y una energía colonial que atrapa a los visitantes. Además de su riqueza histórica, la zona permite el contacto con la naturaleza a través de actividades al aire libre.
A pocos minutos de Fort Myers, Sanibel y Captiva ofrecen dos caras de la misma postal. Mientras Sanibel tiene un ambiente más animado y deportivo, Captiva brilla por su serenidad y paisajes de ensueño. Los atardeceres en ambas islas son un espectáculo por sí mismos. Las playas invitan a recolectar conchas, y sus aguas, a practicar kayak o ciclismo. El Refugio Nacional JN “Ding” Darling es una parada obligatoria para los amantes de la fauna salvaje.
Estas islas son ideales para quienes buscan equilibrio entre naturaleza, comodidad y aventura. Además, los resorts de lujo en la zona hacen de la experiencia un verdadero descanso con estilo.
Key West es perfecta para quienes disfrutan tanto de la playa como del ambiente festivo. Su arquitectura pintoresca, con casas de madera, patios amplios y jardines tropicales, la convierten en un sitio fotogénico y cultural. Aquí vivió Ernest Hemingway, cuya casa es hoy un museo. Al caer la tarde, Mallory Square se convierte en el epicentro de la diversión, con puestas de sol inolvidables, cócteles y música en vivo.
La Costa Esmeralda deslumbra con su mar color verde esmeralda y arenas blancas. Sus pueblos costeros ofrecen postales únicas y un ritmo de vida pausado, ideal para desconectar. Cada rincón parece sacado de una postal y brinda oportunidades para explorar un turismo más relajado, lejos de las multitudes.
A solo 35 minutos al noroeste de Orlando se encuentra Mount Dora, un refugio ideal para descansar sin alejarse demasiado. Sus calles históricas, sus parques y sus festivales —locales e internacionales— le dan un aire vibrante y acogedor. Una de sus experiencias más recomendadas es navegar por el lago al atardecer o caminar por su centro pintoresco.
Ya sea que prefieras la historia, la naturaleza, la tranquilidad o la cultura, Florida guarda rincones fascinantes más allá de sus parques. Y si lo recomienda alguien que ha vivido allí por más de dos décadas, vale la pena tomar nota.





