7 reflexiones sobre Run Run y su "supuesto" final feliz

Así como este zorrito andino, muchos otros animales silvestres pasan por la misma tragedia de ser vendidos como crías y puestos en cautiverio, ¿qué se esconde detrás de la historia de Run Run?

Según Serfor, existen alredor de 442 especies traficadas diariamente en el Perú.

Tras varios días de búsqueda y fallidos intentos de captura, el zorrito andino 'Run Run' fue capturado en Comas por la Policía y el personal de Serfor. Pero, si creíamos que la pesadilla de ser vendido como una cría en el Centro de Lima acabó con su acogida en el Parque de las Leyendas, estamos equivocados.

Terminar en un zoológico no es un final feliz para Run Run, ni para cualquier otro animal silvestre. Por ello, es importante reflexionar sobre los hechos que se esconden detrás de la historia de este zorrito andino:

1. Comprar animales nos hace cómplices

Comprar un animal, sea silvestre o doméstico, alimenta el comercio ilegal e incentiva el maltrato animal. Recuerda que existen diversos refugios de animales abandonados que esperan ser adoptados. Corta el círculo vicioso de lucrar con la vida de los animales.

2. Son arrebatados no solo de su hábitat, sino de su familia

Heidi Paiva, directora de la Asociación de Defensa de Derechos Animales "Proyecto Libertad", comentó, en entrevista con TV Perú, que una cría que es despojado de su hábitat natural, además de que puede volverse agresivo, crece inestable:

“Para que vendan esta cría, porque generalmente venden crías de animales silvestres, y para que se la quiten a la madre, no hay otra forma de quitársela que matándola. Ese animal ha visto morir a su madre”, explicó la vocera en una entrevista para un medio local sobre el triste caso de Run Run y otras especies.

3. Considerar (erróneamente) al zoológico como un espacio idóneo

Lamentablemente, los zoológicos como el Parque de las Leyendas, tienen espacios muy reducidos si los comparamos con el hábitat natural de una especie silvestre. Al estar encerrados por mucho tiempo, como explica Paiva, los animales pueden adquirir “conductas estereotipadas” que lo lleven a entrar en locura.

4. La necesaria reconversión de los zoológicos

La exhibición en los zoológicos puede llegar a estresar muchísimo a los animales. Para Paiva, permitir que todo el tiempo reciban gritos o les tiren cosas daña muchísimo su integridad.

Sobre la situación en la que se encuentran los animales en los zoológicos del Perú, la especialista menciona que se necesitan programas en donde se establezcan medidas a favor del animal y en contra del exhibicionismo.

“Cuando llevamos a nuestros hijos a los zoológicos y les enseñamos que está bien que los animales paguen con su libertad de por vida para que yo me dé el gusto de conocerlos de cerca… qué ejemplo les estamos dando, esa también es una reflexión”, añade.

5. Programas de reintroducción de animales

Si bien muchos animales no tienen oportunidad de regresar a su hábitat natural porque no aprendieron a defenderse en la naturaleza, algunos otros aún tienen una posibilidad:

“En realidad, hay programas de reintroducción de animales, como Run Run que es jóven (ocho meses), pero eso depende definitivamente de la voluntad del zoológico para poder hacer convenios y acceder a esos programas”, recomienda Paiva.

6. La triste situación en la selva peruana

De acuerdo a Paiva, por ejemplo, en lugares como el Mercado de Belén en Iquitos se venden animales al paso y sin restricción alguna. Te pueden vender desde primates, iguanas y hasta crías de osos perezosos a 20 soles. “Lo hacen a precios bajos porque el animal se les está muriendo”.

El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) advierte que hay 442 especies traficadas diariamente en el Perú, y la mayoría viene a Lima desde Loreto, Ucayali y Madre de Dios. Tan solo entre el 2000 y 2016, se decomisaron 66 937 animales silvestres vivos.

7. El cierre definitivo de sitios de venta ilegal de animales

Atacar de raíz el problema de tráfico de especies silvestres requiere necesariamente de cerrar lugares claves, como en la selva peruana y el Centro de Lima. Pero, además, se necesita la acción urgente tanto de municipalidades, gobiernos regionales y el Estado, que permita condenar legalmente estos actos como lo que son: un crimen organizado.

Que el caso del zorrito Run Run nos sirva para reflexionar sobre todos estos hechos que giran en torno al maltrato de animales y el tráfico de especies silvestres. Los animales también tienen derechos y no merecen vivir en constante amenaza.

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