Así puedes reconocer los síntomas de la parálisis facial

Esta afectación tiene mayor incidencia en mujeres y puede ocurrir a cualquier edad.  Conoce las causas y cuál es el tratamiento

Síntomas y tratamiento de la parálisis facial (Foto: Captura Sanamente)

Las preocupaciones y el estrés pueden tener un impacto en el rostro e incluso, provocarte una parálisis facial.  Por ello, te explicaremos cuáles son los síntomas de esta afectación, las causas y cuál es el tratamiento.

La parálisis facial, llamada parálisis de Bell, puede darse a cualquier edad, pero tiene mayor incidencia en mujeres que en hombres.  No se conoce su origen y se cree que es resultado de la hinchazón e inflamación del nervio que controla los músculos de un lado de la cara. 

¿Cómo reconocer los síntomas de la parálisis facial?
Los signos de la parálisis de Bell suceden de repente y, según la neurocirujana Pamela García puede presentarse lo siguiente:

  • Los pacientes no pueden arrugar la frente.
  • No pueden silbar ni dar besos
  • Tienen imposibilidad de cerrar un ojo más que el otro.
  • En casos más críticos, se presenta lagrimeo o salivación.

"El estrés y la gripe o resfrío son algunos de los detonantes"
Las situaciones de estrés pueden ser desencadenantes de una parálisis facial, pero la mayoría de casos se da por infecciones virales.

“Por ejemplo, uno se resfría y después de un tiempo presenta debilidad en los músculos de la cara.  Lo que sucede es que el virus puede llegar a esa parte y el sistema inmune trata de defenderlo y se inflama el nervio, y este es muy sensible a cualquier inflamación”, refiere por su lado el neurocirujano Henry Grajeda.

Grajeda mencionó que hay dos tipos de parálisis facial, la central y la periférica, siendo esta última la que tiene mejor diagnóstico.

El portal Mayo clinic indica que, en algunos de estos casos, hay antecedentes familiares de ataques recurrentes, lo que indica una posible predisposición genética a la parálisis de Bell.

Tratamiento
Con el diagnóstico y tratamiento inmediato se puede garantizar, en la mayoría de casos, la recuperación al 100%.

“El tratamiento comienza con terapia física la cual consiste en la estimulación manual para liberar las fibras que están contraídas, luego se hace una estimulación de calor”, detalló García.

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