¿Es normal que mi bebé busque tomar pecho si ya no tiene hambre?

La lactancia es mucho más que leche para tu bebé. Si bien el fin principal es proveer alimentación, la succión también es parte de su desarrollo saludable, incluso si se trata de una succión suave y sin hambre. No es un mal hábito, se trata de conexión que tiene muchos beneficios. 

¿Por qué los niños menores o bebés buscan “chupar”?

Chupar o explorar con la boca es una acción esperable en un bebé y en algunos niños pequeños, ya que es una forma de reconocimiento del mundo exterior. La boca es uno de los primeros medios para experimentar texturas y sabores. 

Sin embargo, en el caso específico de los bebés menores de un año, succionar el pecho también se trata de regulación emocional, más allá de buscar alimentación o de costumbre.

Según la Dra. Irma Caluña, médico especialista en lactancia y alimentación infantil, muchas madres creen que el pecho solo sirve para alimentar, pero en realidad también calma, consuela y conecta. 

“Cuando un bebé adormilado se acurruca y succiona suavemente, está regulando sus emociones. No lo hace por costumbre ni para malcriarse. Lo hace porque el pecho es su lugar seguro”, explica la especialista.

Beneficios de que el bebé succione el pecho sin hambre

La acción de buscar constantemente el pecho de mamá sin tener hambre recibe el nombre "succión no nutritiva" y se caracteriza generalmente por ser suave en el agarre. Además, la Dra. Caluña indica que provee al bebé una serie de beneficios:

• Reduce el estrés
• Calma sus emociones
• Regula su respiración y ritmo cardiaco 
• Lo ayuda a dormir
• Genera oxitocina, llamada "hormona del amor" que fomenta confianza y afecto, pero también estimula la secreción de leche.
• Refuerza el vínculo
• Lo hace sentir amado, seguro y protegido
   

De igual manera, estos beneficios los recibe la madre, con quien se crea conexión y ayuda en la regulación de emociones. Cabe resaltar que la hormona de la oxitocina también está directamente relacionada con la conducta maternal y paternal, los patrones sexuales y la impulsividad en la intimidad con la pareja.

Si no estoy presente, ¿puedo darle al bebé un chupón o dejar que chupe sus dedos?

Si bien es una salida rápida y práctica, a largo plazo puede generar un impacto negativo. Así lo señala la Dra. Karen Romero, cirujano dentista, quien advierte que cuando este hábito se hace constante puede causar maloclusión dentaria.

“Toda su estructura anatómica está en desarrollo y se está amoldando. La cara de un bebé es un hueso blandito y maleable, que se puede adaptar a cualquier forma. Si le ponemos un chupón de forma permanente, sí que puede deformar los maxilares y esto sí se queda como un patrón”, asegura la especialista.

¿Qué es la maloclusión dental?

Es un trastorno bucal y dental en la que los dientes superiores e inferiores no encajan correctamente al morder, por ende, causa una mordida desalineada o defectuosa. Por ejemplo, sobremordida, mordida abierta o cruzadas y otras variaciones.

Una de las causas principales proviene de los hábitos infantiles, como chuparse los dedos o el uso de chupón de forma constante. Si no se corrige a su tiempo, un ortodoncista deberá intervenir.

“Es un consejo sano, enseñarle que no existe el chupón. Si estamos hablando de prevención pura es evitar el uso de estos aparatos todo el tiempo, ya sea para dormir, en la calle, por la tarde o por la mañana. Le va a causar un gran problema”, agrega la Dra. Romero.

¿Desde qué edad se recomienda hacer un destete nocturno y cómo hacerlo?

Es muy importante contar con una estrategia clara para empezar con un periodo de destete nocturno. Como principal condición para iniciar con este proceso, es que el bebé tenga doce meses cumplidos. Para realizar el destete nocturno en el bebé, puedes seguir estas recomendaciones:

• Quitar la asociación pecho y sueño: Es decir, es necesario eliminar el hábito de dormirse lactando. La idea es cambiar el estímulo del pecho por otro, por ejemplo, abrazos, meciéndolo, con peluches, caricias, etc. Si bien se puede aplicar para que los infantes duerman tranquilos, el gran problema es condicionar los despertares nocturnos del niño.
• Que el papá atienda al bebé cuando se levante: Probablemente, el pequeño tendrá gestos de enfado y rechazo hacia él, pero es ideal que el padre tenga paciencia. Esto permite que el bebé asocie al padre como lo primero que verá al despertar.
• Dormir en separados ambientes: Hasta cierta edad, el sueño del bebé junto a uno o dos progenitores es necesario por seguridad. Sin embargo, es importante trasladar al niño hacia otra habitación.
   

Finalmente, recuerda que todas estas sugerencias no significan que debes dejar de atender al bebé por las noches; por el contrario, es importante entender que la mamá no es la única que debe asistirlo, esta responsabilidad debe ser compartida con el padre.