¿Por qué mi niño tiene mal aliento aunque se lave los dientes?

¿Ronca frecuentemente? Una especialista te indica por qué el mal aliento y estas otras señales pueden ser un signo de alerta para llevar a tu hijo al médico

¿Qué se esconde detrás del mal aliento en los niños?
¿Qué se esconde detrás del mal aliento en los niños?

El mal aliento en niños pequeños es una señal para visitar al odontólogo, más aún si observas que tu hijo o hija roncan mucho y duermen con la boca abierta. Esta es la razón por la que necesita un tratamiento específico para evitar complicaciones mayores. 

¿Por qué un niño tiene mal aliento aunque se cepille los dientes?

Gabriela Reyes Ortiz, odontóloga pediatra, explica que si un padre nota que un bebé o niño no respira por la nariz y solo por la boca, esta es la razón principal del mal aliento, la cual puede aparecer con frecuencia después de dormir, por ejemplo. 

“No es lo mismo la flora bacteriana y todos los microorganismos buenos y malos que viven en la saliva de una boca que está abierta todo el tiempo a la que está cerrada. Ahora agrégale que consuma azúcar. La lengua va a estar bien apestosa, señala la especialista.

Es decir, el mal aliento en los niños, por lo general, es la consecuencia de una boca abierta constantemente, donde se pega todo las macropartículas y micropartículas que estén en el ambiente. Por ello, se necesitaría un cepillo de lengua.

¿Es malo que un bebé o niño no respire por la nariz?

De acuerdo a Reyes, si un bebé o niño no respira por la nariz, es necesario evaluarlo con el médico pediatra, otorrinopediatra o un alergólogo.

“A mí como dentista, me interesa bastante que respire bien por la nariz. Si no se estimula el crecimiento de los senos maxilares (respirando por la nariz), esa área se queda chiquita. Yo y un ortodoncista en un futuro, ¿dónde vamos a meter todos los dientes?, no van a caber”, asegura Reyes.

Por ende, es necesaria la revisión de un especialista desde niños pequeños, de lo contrario, más adelante, le tendrían que quitar los premolares y otros dientes para que haya un crecimiento dental adecuado. 

“No se trata de estar tratando gripes tras gripes, sino diagnosticar tabique desviado, sinusitis, rinitis alérgica o qué está sucediendo para tratarlo con medicina o cirugía y mejorar la respiración nasal, así estimular el crecimiento del hueso”, agrega. 

Y si por genética u otro factor no hay un correcto crecimiento de los maxilares, el odontopediatra tendría que indicar al niño un expansor o tipo de aparatología para hacer una corrección. 

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