¿Cómo evitar los dientes chuecos y una mala mordida en tus hijos?

Desde la lactancia o evitar los chupones son algunos de los consejos que debes tomar en cuenta para que tu hijo no crezca con los dientes chuecos

Un especialista te da consejos para prevenir la maloclusión en los niños
Un especialista te da consejos para prevenir la maloclusión en los niños

La maloclusión tiene que ver con la presencia de dientes chuecos, respiración oral, bruxismo, inapetencia, mandíbula desencajada, masticación ineficiente, ruido o clic mandibular, entre otras complicaciones son muy comunes en la niñez.

Para entender este problema, el Dr. Darío Meza experto en ortopedia funcional del centro odontológico Maxillaris, explica que “los maxilares son huesos importantes en la cara y en el cráneo que, al presentar alguna alteración, generan un crecimiento facial inadecuado y traerá problemas mayores de maloclusión que como dijimos alteran la forma en que encajan los dientes y la variación en la alineación de los maxilares”.

Teniendo en cuenta esto, el especialista brinda una serie de consejos para ayudar a los padres a prevenir que su hijo tenga una maloclusión ¡Toma nota!

1. Prescinde del uso de fórceps durante el parto. Se ha determinado que una simple presión en el cráneo puede alterar los maxilares de un recién nacido.

2. Encamina una buena lactancia que ayudará a estimular la mandíbula de tu pequeño. El mayor tiempo prolongado de dar pecho a tu niño ayudará al buen crecimiento de sus maxilares.

3. Estimula en tu pequeño el ejercicio de la masticación, con el desgarre de sus alimentos y evita darle muchas papillas, alimentos licuados o deshilachados, así sus músculos se ejercitarán para un buen desarrollo de sus maxilares.

4. Procura estar atenta si respira por la boca: este mal hábito genera alteraciones en el crecimiento de los huesos maxilares, como deformaciones e incluso cambiando hasta su postura. Corrígelo a que cierre la boca o utiliza cintas adhesivas para que aprenda a respirar por la nariz.

5. Evita que se chupe el dedo o que use chupones por encima de los tres años de edad, pues esto genera problemas en la posición de los dientes.

6. Impide que muerda sus uñas, ya que esto altera la posición de sus maxilares, además de generar un cambio en su mandíbula y que se manifiesta con los famosos “conejos” al abrir la boca.

7. Atenta a la presencia de ojeras, ardor de garganta o labios secos. Asimismo, al rechinamiento de dientes o bruxismo, pues está vinculado a la respiración alterada de tu niño, la misma que origina que ronque, se despierte por las noches y no descanse.

Finalmente, si crees que tu niño ya presenta maloclusiones ¡no te preocupes! pueden ser tratadas desde los tres años a través de la Ortopedia Funcional de los Maxilares. Incluso si tu niño tiene más edad también puede ser tratado, porque no hay edad límite.

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