Estado Islámico salió de Palmira y así quedaron las ruinas

El EI levantó una ola global de indignación al anunciar su intención de destruir los monumentos de la ciudad antigua

Los arqueólogos deben evaluar los daños provocados por los yihadistas. (Vía: AFP)

Tras la expulsión del grupo Estado Islámico (EI) de la ciudad antigua de Palmira un año después de su ocupación, los arqueólogos deben evaluar los daños provocados por los yihadistas en sus históricas ruinas, clasificadas como patrimonio mundial de la Unesco.

Un día después de reconquistar por completo esta estratégica ciudad en el centro del país, el gobierno de Bashar al Asad quiere que los expertos determinen el grado de destrucción de la parte antigua, aunque un periodista de la AFP pudo constatar que buena parte de la ciudad antigua sigue intacta.

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Por el contrario, la parte residencial, donde antes de la guerra residían unas 70.000 personas, se encuentra desierta y fuertemente degradada, según el corresponsal.  

Los soldados sirios, las milicias progubernamentales y los combatientes rusos caminaban con sobrecogimiento entre las ruinas el domingo. "Estábamos tan asustados ante la idea de entrar a la ciudadela y ver que todo estaba completamente destruido", dijo a la AFP un soldado del régimen sirio que prefirió no dar su nombre.

Tras hacerse con el control total de Palmira en mayo de 2015, el grupo Estado Islámico, levantó una ola global de indignación al anunciar su intención de destruir los monumentos de la ciudad antigua. Los yihadistas dinamitaron dos de los más bellos templos de Palmira, Bel y Baalshamin, y derruyeron varias torres funerarias de la ciudadela, antes de convertir en polvo el célebre Arco del Triunfo. 

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Asimismo, el EI utilizó el antiguo teatro de Palmira como lugar público de ejecuciones, empezando por el hombre que había dirigido durante medio siglo el servicio de Antigüedades de la célebre ciudad, Jaled al Asaad, de 82 años.

El responsable nacional de antigüedades dijo que monumentos y objetos de incalculable valor habían sobrevivido a la campaña de destrucción emprendida por el EI.

"Esperábamos lo peor. Pero, en general, se encuentra en buenas condiciones", explicaba desde Damasco  Maamun Abdulkarim a la AFP.

 

"Podríamos haberla perdido. La alegría que siento es indescriptible", añadió, confiando en que Palmira "volverá a ser como antes".

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