Turrón: el dulce que se volvió un negocio redondo
Octubre trae turrones, sí... pero también la posibilidad de emprender con un postre que encanta y deja ganancias. ¿Te animas?
Anís, ajonjolí y miel. Cuando esos aromas invaden las calles de Lima en octubre, es señal de que llegaron los turrones. Pero ahora este postre tradicional no solo conquista por su sabor, sino también por la posibilidad de convertirlo en una fuente de ingresos.
De la cocina a la vitrina: historias que inspiran
Francis Calderón no solo heredó la receta del turrón: también el legado de su abuelo y su padre, grandes referentes de este dulce limeño. Hoy, desde su local en Villa El Salvador, prepara versiones innovadoras como el turrón de chocolate. Y en octubre, la producción no se detiene. Su taller trabaja a tiempo completo para abastecer la demanda, que ya alcanzó a distritos como San Juan de Lurigancho y el Cercado de Lima.
Por su parte, doña Cecilia Encinas empezó su negocio cuando aún era policía. Junto a su esposo y gracias a los secretos de su suegra, creó los turrones “Doña Tila”, con sabores únicos como café, chicha morada, maracuyá o naranja con limón. Su receta llegó incluso a Mistura, donde fue ovacionada por el público.
Escuelas de cocina: donde empieza el sueño
Muchos ven en el turrón no solo un postre, sino una oportunidad. Por eso, las escuelas de cocina se llenan en octubre. En Los Olivos, el chef José Luis Vilchez enseña cómo preparar el turrón perfecto y cómo hacerlo rentable.
Para él, todo comienza respetando las medidas: mantequilla, harina, manteca. A eso se suma una miel bien lograda y una decoración que puede variar según el cliente. El resultado: versiones que van desde el tradicional hasta fusiones con quinua, cañihua o maíz morado.
Turrones que rompen esquemas
La clave está en innovar sin perder lo esencial. Nuevos sabores, presentaciones más atractivas, envolturas llamativas... Cada detalle suma. Y eso lo entienden quienes hacen del turrón una empresa familiar o personal.
El secreto no está solo en la receta, sino en las ganas de crecer. Porque como dice doña Cecilia, “todo empezó con unos cuantos soles… y hoy es nuestro sustento”.
El turrón ya no es solo un postre de temporada: es una puerta abierta para emprender, innovar y crecer. Octubre se tiñe de sabor, pero también de oportunidades que muchos ya han empezado a aprovechar. ¿Y tú, te animarías a preparar el tuyo?













