Terroristas de Hamás confiesan al ejército israelí sus órdenes de secuestrar y asesinar civiles

El hombre que graba tiene, además de su cámara, un fusil. Busca protegerse sin dejar de filmar. No lo sabe, pero, en pocos segundos, dejará registro de su propia muerte.

Él y cerca de 400 hombres de la agrupación terrorista Hamás acaban de cruzar, por cerca de 30 puntos, el muro que separa a Palestina de Israel. Es la mañana del pasado 7 de octubre y el camarógrafo está en medio de un enfrentamiento con civiles israelíes. Corre en busca de un escondite, pero el fuego enemigo lo alcanza.

Su sangre mancha el lente de su cámara. El hombre agoniza y sus propios compañeros lo despojan de sus municiones. El plan está por encima de él, por encima de todo. Las muertes sin tiempo a lamento, como la del camarógrafo, fueron parte del cálculo. Mejor eso que caer en manos del enemigo. Aunque no todos tuvieron esa opción. 

Estos hombres son terroristas de Hamás que fueron capturados por soldados de Israel. Han contado paso a paso como fue el ataque a militares y civiles israelíes cuando lograron cruzar el muro.

Tomar el control de cuatro bases militares israelíes. Uno de esos militares fue el peruano Brando Flores García. Tenía 21 años y hace 3 decidió enrolarse al ejército israelí. Con él y con cientos de civiles no tuvieron piedad.

Pero además de matar, había otra misión igual de importante. Son cerca de 220 personas las que aún se encuentran secuestradas por Hamás, según el Gobierno de Israel. El alto número tiene, según versión de los terroristas, mil explicaciones.

Una de esas personas secuestradas fue la peruana Margit Schneider. Se la llevaron junto a su familia. La semana pasada ella apareció muerta junto a su esposo. De su hija, sus dos nietos y su yerno, no se sabe nada desde hace 22 días.

Algunos pocos civiles lograron escapar en sus autos y en medio de disparos.

Una de esas familias que logró escapar fue la del doctor peruano Daniel Levi. Él no se salvó, se quedó ayudando en el centro médico de su aldea mientras su familia se iba. Tuvieron suerte, la mayoría de las personas que intentaron escapar fueron emboscadas por Hamás. Cómo está otra familia que iba en la camioneta negra.

Paran en seco y bajan porque recibieron disparos. Son dos adultos, con dos niños y la mascota. Un adulto y un menor se esconden y desaparecen. El otro adulto es un hombre que lleva a una niña en brazos.

Los terroristas se acercan a ellos y asesinan al hombre ante los ojos de la pequeña. Quien mira al hombre que la cuidaba morir y a su perro huir despavorido.

Los terroristas se van, le perdonan la vida a la niña quien luego de unos segundos se va caminando sola.

La muerte ajena y propia fue parte del plan. No en vano se entrenó tanto para atravesar el muro y llegar hasta allí.

Este video muestra cómo el grupo armado palestino practica cada detalle del ataque contra Israel que realizaron el siete de octubre.

Usaron los misiles que destruyeron las paredes y las rejas de ese muro que parecía inquebrantable. Practicaron con camionetas blancas desde donde dispararon sin piedad cuando, en el momento de la verdad, ingresaron a territorio israelí. Incluso hicieron prácticas en el mar pensando en la zona costera de la frontera que comparten con su enemigo.

No existe a la fecha, un número oficial de palestinos detenidos en Israel, hombres que, muy probablemente, hubieran preferido la muerte. Al fin y al cabo, el costo de la guerra siempre es la vida. La ajena y la propia.