Tacora: La ruta de la miseria en pleno corazón de Lima

Tráfico, desorden y contaminación en la cachina de Tacora

Domingo al Día

Tráfico de pesadilla, el caos y el desorden se juntan en una pequeña zona de la ciudad, los alrededores de la cachina de Tacora en el Cercado de Lima. Esta es parte de la ruta que tiene el Chosicano y, diariamente, transitar por esta zona del Cercado es un dolor de cabeza para conductores y transeúntes.

Esta es la ruta que se vuelve un dolor de cabeza para los conductores que quieren salir del Cercado utilizando la Vía Expresa de la avenida Grau. Se supone que el zanjón de Grau es una vía rápida, pero en las horas punta, dejar de serlo, pues el transporte público se apodera de ambos carriles, a su antojo.

Esto ocurre a diario en la Vía Expresa Grau, los conductores de buses y cústers, por recoger más pasajeros y llenar sus unidades, se detienen en los paraderos el tiempo que les da la gana, impidiendo muchas veces el libre tránsito de los demás vehículos.

No se le da tregua ni a policías motorizados, ni siquiera a las ambulancias. La fila de vehículos que se forma es tan larga que las bocinas de los que están más atrás, no llegan  a escucharse adelante.

Cruzar este caos toma al menos treinta minutos, pero recién es el comienzo de lo peor. Saliendo de la vía rápida, volteando a la derecha, poco antes de la estación Grau, se encuentra la famosa calle Alto de la Alianza, en donde se erige la popular cachina de Tacora.

De día o de noche, Tacora es un problema que se ha mantenido a lo largo de varias décadas de gestiones municipales. El tráfico y el desorden que ahíí se forman todos los días, es debido a que nadie ha sabido imponer su autoridad dentro de la cachina más antigua del Perú, además, ninguno de los actuales candidatos se ha manifestado al respecto.

En esta zona de Lima se concentran los mayores problemas de la ciudad. Esta cachina, por estos días, se extienden hasta las primeras cuadras de la avenida Nicolás Ayllón, justo en la intersección con Riva Agüero. En aquel punto, la informalidad llega a su máximo esplendor, en donde no existe la ley y donde todos hacen lo que quieren.

Y cuando cae la noche, esta misma intersección se repleta de vehículos de todo tipo formando un tráfico de pesadilla.  Esta cachina deja un panorama desolador durante la noche. La basura acumulada está por todas partes, la informalidad se mantiene inamovible al igual que el caos.

Debido al cierre de Nicolás Ayllón por las obras de la ruta 2 del Metro de Lima. Según los vecinos, los desvíos en esta zona se convierten en trampas para que la delincuencia opere de manera impune.

Basura acumulada, tráfico, desorden, contaminación, bulla constante y el temor de vivir rodeados de cachineros que hacen de las suyas sin que nadie pueda hacer nada. Es un terrible panorama al que muchos ya se acostumbraron y aprendieron a vivir con este pandemonio.

Otras personas aún confían en que el nuevo alcalde de la ciudad pueda resolver el desorden en esta zona de Lima. Lo cierto es que por ahora, las imágenes hablan por sí solas, esta es la cruda realidad que desde hace años, las autoridades no voltean a mirar.

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