Las estaciones del Metropolitano ubicados en Naranjal y Matellini se enfrentan a diario a un escenario de colapso.
Las imágenes de interminables colas son una constante, causando molestias a los ciudadanos y retrasos en sus llegadas a los centros de trabajo.
La causa principal es la falta de frecuencia en los buses del Metropolitano, un sistema que ha sido sobrepasado por la creciente demanda de pasajeros.
Situación en estación Naranjal
La estación de Naranjal, especialmente, muestra una saturación extrema, donde el espacio es insuficiente incluso para caminar.
Las personas luchan por encontrar el final de la cola y abordar las unidades que los llevarán a sus destinos en Lima Sur y Lima Norte.
A pesar de que una vez en el bus el viaje es rápido, el tiempo se pierde en las largas esperas. Además, la forma de viajar está lejos de ser digna; los pasajeros se ven forzados a viajar hacinados, lo que resulta incómodo e indigno.
A pesar de la urgencia de aumentar la flota del Metropolitano, los avances en este aspecto han sido insuficientes.
Proyectos de expansión y nuevas estaciones se ven constantemente retrasados por problemas técnicos, logísticos, y administrativos, dejando a los ciudadanos sin las mejoras prometidas y necesarias.
Recientemente, solo cuatro de una docena de estaciones planificadas han sido inauguradas, lo que evidencia la necesidad de medidas urgentes para mejorar este servicio vital para la movilidad en la ciudad.
Bus varado en la estación Caquetá
Recordemos que el último lunes, se experimentó una situación similar en distintas estaciones del Metropolitano. Según la ATU, esto se produjo debido a la avería de un bus a la altura de la estación Caquetá.
La saturación del sistema llevó a restringir el acceso de pasajeros en algunos terminales. Incluso, varios usuarios indican que esperaron por más de 40 minutos para poder trasladarse a sus destinos.
