Hoy:

    Fugó de Maranguita, asaltó con Mini-uzi y juez ordena su retorno

    A pesar de las pruebas en su contra, un juez ha ordenado que un delincuente extranjero de 19 años vuelva a ser internado en un centro juvenil de rehabilitación

    Carlos Alberto Guillén Moreau, de 19 años, escapó del centro juvenil de Lima conocido como “Maranguita”, participó en un violento asalto armado en Huaral y, pese a todo, un juez ordenó que retorne al mismo lugar del que se fugó. Video: Cuarto Poder

    Carlos Alberto Guillén Moreau, de 19 años, escapó del centro juvenil de Lima conocido como “Maranguita”, participó en un violento asalto armado en Huaral y, pese a todo, un juez ordenó que retorne al mismo lugar del que se fugó. Cuarto Poder reveló su historia y la controversia judicial que la envuelve.

    Guillén fue detenido tras un enfrentamiento con la policía. Llevaba una pistola y una Mini-uzi, con la cual había asaltado un local nocturno junto a otros cinco cómplices, todos de nacionalidad venezolana y exinternos de Maranguita. “Han tenido suerte, el arma se trabó, si no, los hubiera matado”, confesó el joven durante su captura.

    Un asalto con armas de guerra y explosivos

    El asalto ocurrió el 11 de mayo, Día de la Madre, en el local “Las Visitadoras” en Huaral. Las cámaras captaron el ingreso de siete jóvenes armados con pistolas, revólveres, una Mini-uzi y hasta cartuchos de dinamita. El operativo fue ejecutado con precisión: cada miembro tenía un rol, y actuaron con violencia extrema.

    En cuestión de segundos sembraron el caos: golpearon al portero, apuntaron a clientes en la cabeza, y saquearon billeteras y celulares. Algunos ingresaron incluso a habitaciones del establecimiento. Tras tres minutos, intentaron escapar, pero se toparon con efectivos policiales que los enfrentaron a tiros.

    Uno de los capturados fue Guillén Moreau, quien ya había sido sentenciado a cuatro años en un centro juvenil por un robo agravado en Puno. Ingresó al Perú en 2021 y utilizaba un nombre falso: Luis Rivero Rodríguez. Durante la intervención, portaba dos armas cargadas y municiones.

    A pesar del delito, juez pide que regrese a Maranguita

    Pese a haber cumplido la mayoría de edad, haber cometido un nuevo crimen y haber utilizado armamento de guerra, el juez Arturo Zecenarro Calderón, del Poder Judicial de Puno, ordenó su reinternamiento en un centro juvenil, bajo la misma medida socioeducativa que ya burló.

    La decisión fue calificada de “ilógica” por el jefe policial de Huaral. “Está siendo investigado por robo agravado, tenencia ilegal de armas y fuga. Ya no es menor de edad”, declaró el general Juan Manuel Mundaca. La medida judicial ha causado indignación, ya que se ignora su reincidencia y peligrosidad.

    El caso expone vacíos en el sistema penal juvenil y la falta de coordinación entre el Poder Judicial y las fuerzas del orden. Guillén ya había sido identificado en registros de video, confesó su crimen y disparó contra la policía. Sin embargo, no será juzgado como adulto.

    Los otros fugados están plenamente identificados

    Los seis implicados restantes, también exinternos de Maranguita, han sido identificados. En los videos se les ve actuando con armas y ejecutando el atraco. Según la policía, formarían parte de una facción de la organización criminal extranjera conocida como El Antitren, activa en el Perú.

    Tras su fuga, continuaron con robos y extorsiones. Cuarto Poder accedió a audios donde amenazan a víctimas: “Ya sabemos por dónde caminas, si no te alineas, te vamos a partir la cara”. La reincidencia delictiva es evidente, pero las medidas judiciales parecen no estar a la altura de los hechos.

    Resumen de la noticia en bullet points:

    Carlos Guillén, de 19 años, fugó de Maranguita y asaltó armado en Huaral.

    Portaba una Mini-uzi y una pistola; fue captado por cámaras y disparó contra policías.

    Fue sentenciado en 2023 por robo agravado en Puno, pero se fugó en mayo de 2024.

    Confesó su identidad falsa y declaró que habría matado si su arma no se trababa.

    Un juez ordenó su reingreso al centro juvenil, pese a su mayoría de edad y nuevo crimen.

    La policía califica la decisión judicial como ilógica e inadecuada.

    Otros fugados del grupo pertenecen al “Antitren” y han sido identificados por las autoridades.