La huelga indefinida en Cusco ha escalado a una situación crítica, afectando gravemente a la industria del turismo, especialmente en la icónica ciudad de Machu Picchu.
Los pobladores y dirigentes han rechazado las propuestas del Gobierno, manteniendo su postura y paralizando las actividades comerciales y turísticas.
Pérdidas económicas
Esta decisión ha resultado en calles vacías y una disminución dramática en la venta de boletos. Los comercios, servicios de tren y todos los sectores relacionados con el turismo están sufriendo pérdidas económicas significativas.
La suspensión de actividades continúa sin una fecha definida para su conclusión y está condicionada a un diálogo efectivo y acuerdos entre el gobierno y los pobladores.
El cierre de negocios durante las protestas ha forzado a los turistas restantes a ser trasladados a Cusco, dejando a la ciudad sin el movimiento comercial habitual.
La población local espera una resolución urgente que permita retomar las actividades turísticas, vitales para la economía de Cusco y para la preservación de uno de los destinos más emblemáticos del Perú.
