Casas escasas

EXCLUSIVO. En noviembre de 2021, 26 familias de un centro poblado de Junín debieron recibir una vivienda que los protegiera de las inclemencias del frío; cuatro meses después, estas viviendas no solo están inconclusas, sino que nadie vive en ellas.

(Video: Cuarto Poder)

Luis Panez recorre los ambientes que, a mediados de noviembre del año pasado, debieron de convertirse en la flamante casa de su familia.

Estos 25 metros cuadrados de construcción inconclusa forman parte del Programa Nacional de Vivienda Rural, que depende del ministerio de Vivienda. Un plan gubernamental que el presidente Pedro Castillo considera entre los más eficientes de su gestión.

La realidad, sin embargo, no es igual para todos los beneficiarios de este programa. En algunos lugares, las casas que deberían dar abrigo son aún una ilusión.

A cuatro horas y media de Lima, siguiendo un camino de trocha, llegamos a Marcapomacocha, distrito de la región Junín afincado sobre los cuatro mil metros de altura que vive de la crianza de alpacas. A pocos minutos de allí, junto a la laguna de Yantac, se asienta el caserío del mismo nombre, una pequeña comunidad sin comisaría ni médicos.

Una ventana sin cerrojo poco podría hacer contra el viento frío que sopla en Yantac. Bajo estas condiciones, las Sumaq Wasi – vocablo quechua que quiere decir ‘casita bonita’ – son elefantes blancos de material noble.

El ingeniero residente asegura que las condiciones climatológicas extremas causan las demoras en la entrega de las 26 casas. Esta obra, que se realiza bajo la modalidad de Núcleo Ejecutor, es un convenio entre el gobierno y los beneficiarios, quienes aportan con la limpieza del terreno a utilizar para la construcción y con el traslado de ladrillos, cemento y otros materiales a la zona.

De acuerdo al Convenio 030-2021 entre el ministerio de Vivienda y la comunidad, en un plazo de 105 días se realizaría la mejora de la vivienda rural en tres distritos de Yauli, en Junín: el plan era la construcción de 26 casitas en Yantac, 4 en Paccha y 9 en Suitucancha. La obra empezó el 02 de agosto del año pasado y prometía ser fuente de empleo para los vecinos de la zona. Pero ni los trabajos concluyeron en el plazo asignado, ni los comuneros recibieron el jornal esperado.

Según el ingeniero Inga, el pago ofrecido por el gobierno a los comuneros era menos rentable para ellos que la ganadería, y la mano de obra empezó a escasear.

El 30 de diciembre de 2020, se aprobaron 183 expedientes técnicos para la construcción de 8 mil 460 casas bioclimatizadas en 11 regiones del país mediante núcleos ejecutores, todo como parte del Plan Multisectorial ante Heladas y Friajes de cara al 2021.

Lo curioso es que, a finales del 2021, de esos 183 proyectos solo se habían liquidado siete, que suman un total de 204 casas. Este dato aparece en un informe remitido el pasado 17 de marzo al director ejecutivo del Programa Nacional de Vivienda Rural. El gobierno informó que el 2021 se construyeron más de 16 mil casas Sumaq Wasi, más de la mitad de ellas durante la gestión actual. Lo que no se dijo es que casi todas ellas tenían expedientes técnicos del 2019 y el 2020.

Entre enero y marzo de este año, el número de proyectos con fecha de origen 2021 liquidados se elevó a 57, haciendo un total aproximado de 2 mil casas entregadas, la cuarta parte de las 8 mil planeadas para el año pasado. El director ejecutivo del programa de vivienda rural, aunque no pudo brindar una cifra oficial acerca de la ejecución de los 183 proyectos del 2021, atribuye la demora a un tema presupuestal.

Pero hay otro factor que – al menos en el caso de Yantac – propició el retraso en la entrega de las casas Sumaq Wasi a sus beneficiarios.

Estas fotografías corresponden a los trabajos hechos en el área a cargo del Núcleo Ejecutor 30. Para los expertos de la zona, el colapso y la desviación de los muros se debieron al viento. Pero el director del programa nacional no descarta algo más.

El retraso en los trabajos no solo afecta a los beneficiarios, sino también al personal que cobra un solo monto por obra terminada. Este monto es el mismo si la obra se ejecuta en su plazo de 105 días o si se retrasa indefinidamente. De ahí que la cantidad de renuncias de supervisores y técnicos sea tan alta.

Yantac, de día, es un caserío casi fantasmal debido a que la mayoría de sus pobladores dedican su tiempo al pastoreo en el campo. Valentina Panez y sus nietos confían que las Sumaq Wasi se perfeccionen pues confían que, algún día, dejen de vivir bajo un techo de plástico.

Esto le dijo el presidente Pedro Castillo en Puno a su inamovible ministro de Vivienda. ¿Le dirá algo acerca de la velocidad con que se ejecutan los proyectos de su programa bandera?

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