Ernesto Pimentel está acostumbrado a estar en los zapatos de la ‘Chola Chabuca’, un personaje que, convertido hoy en segunda piel, ha conseguido llevar su historia pública y no tan pública a la pantalla grande.
‘Chabuca, la película’, se estrenó esta semana con un avant premiere a la medida del personaje. Hubo danzas típicas del Perú y mucha expectativa por conocer pasajes inéditos sobre la vida de Ernesto Pimentel.
Intempestivamente, a los pocos minutos de iniciado el preestreno, el carismático actor salió de la sala del cine. No era parte de ningún show: se trataba de una descompensación emotiva que no tenía guion.
Chabuca y Ernesto son las dos caras de una misma persona desde hace 30 años. Chabuca hace que la vida de Ernesto se llene de color, pero no basta para disipar las sombras que viven en él desde mucho antes.
A sus 54 años, Ernesto dice que hay Chabuca para rato, un destino que comparte con su nuevo álter ego, creado especialmente para la ficción.
Ernesto Pimentel saltó a la fama junto con Chabuca hace ya tres décadas. Desde entonces, se ha codeado con los mejores artistas del continente y se ha afianzado en las pantallas de América como un ícono de la televisión peruana.
‘Chabuca’, la película, se convirtió en uno de los mejores estrenos del cine nacional durante su primera semana de exhibición. Más de 15 mil personas - hasta el momento - vieron en pantalla grande esta historia de superación.
La llegada de ‘Chabuca’ a los cines marca un hito en nuestro país, una sociedad tentada a ver la vida en blanco y negro, pero donde siempre habrá espacio para el color en todo su esplendor.
