Catedrático lideraba banda dedicada a la trata de personas

Este sujeto habría mantenido prisioneras a decenas de mujeres

América Noticias

Este hombre de buen porte, que luce sonriente en las fotografías y que parece inofensivo es en realidad un peligroso líder de una red criminal que se dedica a la prostitución y trata de personas a nivel internacional. Una persona que de día era un filósofo y que de noche era un criminal.

Este sujeto, que habría mantenido prisioneras a decenas de mujeres, sería nada menos que Manuel María Rilo Podestá, un escritor de 52 años que, al parecer, fue catedrático de prestigiosas universidades tanto en el Perú como en el extranjero, un amante de la literatura que tendría una licenciatura en la Universidad Católica e, incluso, un doctorado en la Universidad de Miami.

Se sabe que este personaje era un proxeneta de alto vuelo, él era el financista, el que pagaba para traer a las mujeres del extranjero al Perú. Buscaba jóvenes de Colombia, Ecuador Y Venezuela.

Una vez en nuestro país, las mantenía cautivas en una habitación en Barrios Altos, donde increíblemente las tatuaba con su nombre.

Tras una ardua investigación y meses de seguimiento, la Policía descubrió que detrás de la fachada de hombre correcto y ejemplar que proyectaba Manuel Rilo Podestá, se encontraba un verdadero monstruo que se encargaba de seleccionar, retener a las chicas, para luego ofrecerlas por redes sociales a través de esta página, donde ponía fotografías de las féminas acompañadas de una descripción de ellas.

Ya sea de día o de noche, como se ve en los videos, Manuel era la persona que trasladaba y cuidaba a las mujeres que eran explotadas sexualmente. Él las llevaba al hotel, las recogía y cobraba el dinero producto de los encuentros.

Todos los movimientos que realizaba este cabecilla los hacía utilizando este Nissan blanco de placa D5H-312. Aquí se observa cómo una de las llamadas "mamis" obliga a una jovencita ingresar al vehículo que era manejado por Rilo Podestá. Un sujeto que maltrataba tanto física como psicológicamente a sus víctimas, cuyas edades estaban entre los 20 a 30 años.

Incluso, si ellas no accedían a sus órdenes, este amenazaba con matarlas. Lo que los agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad encontró en una de los departamentos de Manuel, fue de horror.

En el lugar hallaron alrededor de ocho personas que habían sido trasladadas a nuestro país con engaños. En estos pequeños ambientes vivían tanto mujeres como niños extranjeros, en muy malas condiciones.

Pero, él no cayó sólo. La Policía también capturó a dos mujeres de nacionalidad venezolana, una de ellas sería la pareja de Manuel, esta era una especie de "mami", era la encargada de coordinar y controlar a las chicas.

A su vez, se detuvo a una de las captadoras, ella seleccionaba y le ofrecía chicas al cabecilla de la organización. Estas intervenciones se realizaron en simultáneo en distritos como Cercado de Lima, Santa Anita y Comas.

Los tentáculos del líder de los photokiness de Barrios Altos llegaron a extenderse de cono a cono pues, Rilo Podestá, sería en algunos casos la persona que proporcionaba de proxenetas a las mafias de diversas zonas de la capital, por lo que no se descarta que varias de las víctimas asesinadas a causa del cobro de cupos en diversos lugares hayan pertenecido al grupo traído por este sujeto que fingía tener una vida tranquila.

Mujeres que vivían atemorizadas y a las que sus cabezas ya tenían un precio, o pagaban o morían. Constantemente, les llegaban audios, mensajes y hasta videos atemorizantes, advertencias que terminaron constándoles la vida.

Hasta el momento, son más de una decena de trabajadoras sexuales ultimadas por sicarios que venían extorsionándolas, mientras que se calcula serían miles las meretrices mujeres y transexuales que actualmente vienen dándoles dinero a estos criminales para poder trabajar.

Mientras existan jóvenes que sean trasladas con engaños y vendidas por sujetos como Manuel María Rilo Podestá, seguirán existiendo mafias que se dediquen al proxenetismo y que asesinen cruelmente a sus víctimas por dinero.

Está vez cayó este hombre de 52 años, quien tenía innumerables estudios al igual que antecedentes. Un filósofo y escritor que en realidad era el líder de una red criminal.

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