El caso del ciudadano estadounidense buscado por abuso de menores que dirige un albergue para niños en Cusco

Un pastor evangélico puertorriqueño que abrió un refugio para niños y ancianos en Limatambo, Cusco, es buscado internacionalmente por diversas denuncias por abuso de menores en Honduras y Perú

Video: Cuarto Poder

Antonio Rivera Morales posa orgulloso, rodeado de niños en el albergue que dirige llamado “Casa refugio internacional”, ubicado a dos horas y media de la ciudad de Cusco. Aparentemente, un dadivoso pastor evangélico dedicado a proteger a los más indefensos pero que esconde detrás de esa amplia sonrisa un secreto aterrador.

La historia de este hombre de 81 años empieza muy lejos de Cusco. Tiene nacionalidad estadunidense por haber nacido en Puerto Rico, y su historia parece ser la de un hombre dedicado a la loable labor de proteger a niños y ancianos abandonados, precisamente los más vulnerables.

Toda una vida dedicada por entero a Dios, supuestamente. Antonio Rivera Morales no sólo ha hecho “obra” en el Perú, también ha pasado años en Honduras donde construyó otros albergues para niños indefensos. El 2011 llegó a nuestro país y sin que nadie pusiera un pero, levantó este local en el distrito de Limatambo, provincia de Anta, en Cusco, donde albergaba al menos a más de 10 niños y ancianos en abandono.

Las alarmas se encendieron recién el año 2021, cuando la policía internacional alertó a la policía peruana sobre un hecho espantoso: Antonio Rivera era buscado internacionalmente por diversas denuncias por abuso de menores.

El 6 de enero del año pasado, el pastor Rivera fuera detenido por agentes de la Interpol Perú para proceder con su extradición a Honduras, debido a la gravedad de los delitos que se le imputan en ese país: lujuria agravada y estupro, que no es otra cosa que tener relaciones sexuales con un menor valiéndose del engaño o la superioridad que se tiene sobre él. Sin embargo, gracias a las gestiones de su abogado, Rivera fue liberado y volvió a dirigir su albergue en Cusco.

Pero lo más escalofriante es que no solo fue en Honduras. Aquí, en Cusco, en el refugio Internacional Cardompata, tres niñas lo denunciaron en el año 2021, según consta en este documento judicial, por haber sido víctimas de abusos sexuales por parte de este pastor evangélico.

Para proteger a las menores que denunciaron estos hechos, el juzgado ordenó a Antonio Rivera Morales retirarse de las instalaciones de la casa hogar Refugio Internacional Cardompata y suspender todo vínculo jurídico con él. Sin embargo, nada de esto ocurrió.

Fuimos hasta la zona de Cardompata en Limatambo, uno de los nueve distritos de la provincia de Anta, en busca de Antonio Rivera Morales y esto fue lo que encontramos.

Frente a nosotros, el norteamericano Antonio Rivera Morales seguía libre y viviendo tranquilamente en su departamento ubicado en el mismo terreno de la casa hogar, pese a que una jueza ordenó que se retire para proteger a los niños y niñas que aun residen ahí.

Antonio Rivera fue intervenido por la policía de Cusco hace dos semanas, pero nuevamente fue puesto en libertad debido a un fallo de la Corte Suprema del 23 de diciembre del año pasado que declaró procedente la extradición pasiva de Rivera. Durante su detención los agentes lograron registrar el siguiente video.

Según el abogado del pastor, su cliente es víctima de una misma modalidad de extorsión, tanto en Honduras como aquí, en Cusco. Curiosamente dos países en donde la supervisión a este tipo de albergues privados prácticamente no existe y en el caso del Perú, con una licencia de funcionamiento de la Municipalidad, el dueño del albergue tiene carta libre.

Papá Tony le llaman los inocentes niños a este hombre y, según su abogado, el testimonio de 6 niños de dos países distintos sería solamente una manipulación para perjudicarlo y quedarse con los terrenos de los albergues.

Jenny Urquiza, psicóloga y gerente del centro de salud de Limatambo, está al tanto del caso y expresa el horror de la población ante lo que ocurre frente a los ojos de las autoridades.

Por increíble que suene, mientras se tramita la extradición a Honduras o avanza a paso lento el proceso judicial por las acusaciones en Perú, este pastor evangélico sigue en libertad, viviendo plenamente junto a su esposa y escudándose en su imagen de hombre religioso.  

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