Callao: Delincuentes utilizan a niño para asaltar a taxistas y repartidores de delivery

Incluso, el menor de 10 años se grabó manipulando un arma de fuego que le habría sido proporcionada por una peligrosa red criminal del primer puerto

Foto y video: América Noticias

En el Callao, niños han sido captados por cámaras de seguridad cuando roban en manada a taxistas y repartidores de delivery. Las víctimas son solicitadas por falsos clientes y cuando llegan los atacan despojándolos de todo.

Parece un inofensivo niño de 10 años el que sale a la calle para recibir el pedido que su familia realizó, pero, en realidad es parte de una agresiva jauría delincuencial que engaña, amenaza y roba con armas de fuego a taxistas y repartidores delivery.

Son las 2 y 45 de la tarde en Cochrane con Gálvez en plena zona roja del Callao. Una motocicleta con dos repartidores por delivery se detiene en la esquina intentando encontrar la dirección en donde debe entregar el pedido.  De pronto, un niño de 10 años aparece y levanta la mano llamándolos.

Los repartidores se acercan ingenuamente a realizar la entrega, pero cuando se acercan lo suficiente el niño avanza y detrás de él aparecen tres de sus cómplices para asaltar a los motorizados en pocos segundos y emprender la huida.

Otro día en el cruce de Carrillo Albornoz con Saloom, otro repartidor por delivery llega buscando la dirección de entrega cuando este menor de edad lo llama para recibirle, de pronto se lanza encima de él justo antes de que uno de sus cómplices aparezca con un arma de fuego.

Rápidamente, despojan al repartidor de sus objetos de valor y documentos, avientan su billetera vacía al suelo y desaparecen. Todo ocurre delante de todos los vecinos que ni siquiera se inmutan ante lo que acababa de pasar ante sus ojos, pues es normal que esto pase en las calles del Callao.

Este niño que aparece en el video manipulando un arma de fuego real con aparente experiencia como si se tratara de un juguete para alguien de su edad se llama josué. Tiene solo 10 años y según la policía, sería el mismo niño que aparece en las cámaras de seguridad como señuelo de la banda delincuencial Las Hienas de Carrillo Albornoz, encargado de recibir a los repartidores en mototicleta antes de robarles todo lo que tengan.

Las Hienas de Carrillo Albornoz, según la policía, luego de cometer estos robos captados en cámaras de seguridad, corren a esconderse a un predio de la cuadra tres del jirón Carrillo Albornoz en el Callao, un conocido lugar frecuentado por el hampa del primer puerto conocido como Luriganchito, pues según la policía es adonde, décadas atrás, los presidiarios luego de cumplir su condena llegaban para convertirlo en su guarida.

La policía en su patrullaje diario captura continuamente a estos hampones menores de edad que roban con la modalidad delictiva del pedido falso por delivery, pero los motorizados repartidores no son las únicas víctimas. Los taxistas por aplicativo muchas veces también caen en la trampa de estos astutos delincuentes juveniles.

En otra cámara de seguridad se registró la modalidad de Josué de 10 años, quien ya se encontraba dentro y avanzaban lento porque supuestamente su padre también subiría al taxi. Justo cuando el taxista se disponía a recoger al supuesto padre, este se abalanza en contra de él.

El niño hace su parte dentro del vehículo, el hampón con el arma en la mano y el botín se aleja esperando al niño que a los pocos segundos sale por la ventana del copiloto y se va corriendo a darle el alcance. Nótese que lleva puesto el uniforme amarillo del club Cantolao.

Afortunadamente, aquel día, la policía se encontraba patrullando muy cerca y llegó para intervenir al niño, a su madre y a los cómplices. La madre de Josué aseguró que no tiene nada que ver y que el otro menor que atacó con arma de fuego al taxista se escondió dentro de su casa.

Esta es la enorme cantidad de brevetes de moto, auto, DNIs y tarjetas de propiedad que la policía incautó en manos de los delincuentes juveniles que conforman la banda delincuencial Las Hienas de Carrillo Albornoz.

En su poder también se encontraron armas de fuego con las que reducen a sus víctimas, taxistas extranjeros que aún no conocen lo peligroso que es aventurarse a tomar servicios por las calles de la zona sur chalaca.

Estos hampones juveniles en su gran mayoría portan en la piel con orgullo orificios de balas, generalmente recibidas cuando aún eran niños, pero además también son amantes de los tatuajes, sobre todo homenajean con tinta sobre sus cuerpos a sus familiares asesinados con pólvora y a la Santa Muerte, deidad del hampa mexicano. La cultura narco de México idolatra a esta tenebrosa imagen pues aseguran que los cuida en sus actividades delincuenciales.

Hoy en el callao, ni los niños en el Callao se libran de las inquietantes y seductoras mañas de la oscuridad y el hampa.

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