Autos y motos invaden carril del Metropolitano en Independencia

Decenas de vehículos particulares, motocicletas, combis y hasta patrulleros de la Policía Nacional del Perú invaden a diario el carril exclusivo del Metropolitano en la avenida Túpac Amaru, a la altura de Plaza Norte. Esta situación se agrava durante las horas de mayor congestión en Lima Norte.

Según lo observado, el tramo entre los distritos de Independencia y San Martín de Porres se ha convertido en un paso irregular constante. Conductores ingresan al carril exclusivo para esquivar el tráfico que se acumula en cruces como el de la avenida Tomás Valle o frente a la Municipalidad de Independencia.

¿Por qué se invaden estos carriles?

La vía fue diseñada exclusivamente para el paso de buses del Metropolitano. Sin embargo, muchos vehículos, incluyendo unidades oficiales, circulan por ella sin justificación visible, aprovechando el flujo despejado para avanzar más rápido. Este comportamiento se repite cada mañana, cuando el tráfico alcanza su punto máximo.

Llama la atención la presencia de vehículos sin placa delantera o con micas oscuras, lo que complica su identificación y permite evadir posibles sanciones. Esta práctica también afecta los sistemas de fiscalización automática mediante cámaras en la zona.

Los motociclistas, por su parte, optan por usar el carril del Metropolitano pese a contar con una vía habilitada para su desplazamiento por el lado derecho. La principal motivación es evitar el embotellamiento vehicular que se intensifica en las primeras horas del día.

¿Qué sanción enfrentan los conductores?

La invasión de esta vía exclusiva constituye una infracción grave, según el Reglamento Nacional de Tránsito. Los conductores que incurren en esta falta reciben una multa de S/428 y 20 puntos negativos en su récord, afectando su historial de conducción.

Tanto la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) como la Policía Nacional han informado sobre operativos de control en distintos puntos del corredor. Sin embargo, las imágenes recientes evidencian que el incumplimiento persiste, especialmente cuando no hay presencia policial directa.

La ciudadanía exige mayor fiscalización para frenar este tipo de infracciones que no solo alteran el orden vial, sino que afectan directamente a quienes hacen uso correcto del sistema de transporte público.