Hoy:

    Asesinan a joven deportista de 19 años en Tingo María

    La víctima soñaba con ser docente y destacaba en el vóley local. Su familia exige justicia mientras su presunto agresor continúa prófugo y con orden de captura.

    Foto y video: América Noticias

    Liz Fiorella Collantes tenía apenas 19 años cuando su vida fue brutalmente arrebatada. Soñaba con ser docente, amaba el vóley y llenaba de alegría a quienes la rodeaban. Su asesinato, ocurrido en Tingo María, ha desatado indignación y dolor. Su expareja, Yerico Tarazona, es el principal sospechoso y hasta hoy permanece no habido, pese a tener una orden de captura vigente.

    La noticia ha conmocionado a toda la región de Huánuco. El caso de Liz no solo es una nueva tragedia en el mapa del feminicidio en el país, sino también un llamado urgente a reforzar las acciones contra la violencia de género.

    ¿Quién era Liz Fiorella Collantes?

    Liz era una joven con metas claras. Desde muy pequeña expresaba su deseo de convertirse en profesora, una vocación que la inspiraba a transformar vidas.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    Además, era una apasionada del vóley, disciplina en la que destacaba por su talento y entrega. Su familia la recuerda como alegre, empática y siempre dispuesta a ayudar.

    Sus redes sociales reflejan esa energía y ternura con la que enfrentaba la vida. Bailes, mensajes positivos y videos con sus seres queridos muestran el rostro de una joven llena de sueños. Hoy, esas publicaciones son el testimonio más vívido de lo que la violencia le arrebató.

    ¿Cómo fue el crimen que terminó con su vida?

    El cuerpo sin vida de Liz fue hallado con múltiples hematomas y una profunda herida en la cabeza. Según el informe policial, todo indica que intentó defenderse.

    Las imágenes de cámaras de seguridad la muestran caminando tranquila por una calle local, horas antes de ser asesinada. Esa fue la última vez que se le vio con vida.

    Las investigaciones apuntan a que su expareja la interceptó cuando regresaba a casa el 7 de septiembre. A partir de ese momento, nada más se supo de ella hasta el hallazgo de su cuerpo.

    La brutalidad del ataque evidencia un acto de violencia extrema, producto de una relación que, según sus familiares, se tornó controladora y violenta con el tiempo.

    Fuente: Domingo Al Día
    Fuente: Domingo Al Día

    ¿Qué se sabe del presunto agresor?

    Yerico Tarazona, cinco años mayor que Liz, es sindicado por la Policía como el principal sospechoso del feminicidio. Según declaraciones del general Humberto Alvarado, jefe de la Región Policial Huánuco, sobre él pesa una orden de captura vigente y su búsqueda es prioritaria.

    Tarazona era conocido en la comunidad por su actividad en redes sociales. Publicaba videos desde paisajes selváticos y se mostraba sonriente.

    Sin embargo, según la familia de Liz, esa imagen pública ocultaba una personalidad violenta y manipuladora. Liz habría decidido terminar la relación, lo que podría haber motivado la agresión.

    ¿Qué revela la familia sobre la relación?

    Roiser Collantes, hermano de la víctima, contó que Liz nunca había hablado abiertamente del maltrato. Fue solo después de su muerte que familiares y amigos comenzaron a conocer la magnitud del control y violencia psicológica que sufría. “Mi hermana tenía sueños, quería ser docente, y este desgraciado no la dejó cumplirlos”, expresó entre lágrimas.

    La convivencia habría expuesto el verdadero rostro del agresor. Liz, en un intento por protegerse, decidió alejarse. Esa decisión, según la hipótesis policial, fue el detonante del crimen. Ahora, su familia exige que la justicia actúe con firmeza y capture al responsable.

    ¿Cómo ha reaccionado la comunidad de Tingo María?

    El feminicidio de Liz ha generado movilizaciones masivas en Tingo María. Cientos de personas salieron a las calles con pancartas y cánticos exigiendo justicia. La indignación se hizo aún más visible cuando la madre de la joven irrumpió en la comisaría local clamando respuestas.

    Durante su entierro, el féretro fue acompañado por familiares, amigos, vecinos y compañeros del club de vóley. La camiseta de uno de sus equipos cubría el ataúd, como un homenaje a su pasión deportiva. En cada paso del cortejo fúnebre se sentía el peso de una vida truncada y un dolor que no encuentra consuelo.

    ¿Qué significado tienen ahora sus redes sociales?

    Los videos que alguna vez compartió en TikTok han adquirido un nuevo valor. Allí, Liz dejaba mensajes, bailaba con alegría y expresaba afecto. Algunas canciones que dedicó, según su familia, parecían reflejar la transformación de su relación amorosa en una experiencia marcada por el control.

    Ahora, esas publicaciones son parte del duelo. En ellas su madre encuentra consuelo, su hermano refugio, y su comunidad, un recordatorio de lo que se perdió. Más allá del caso policial, Liz representa la historia de muchas mujeres que amaron con sinceridad y fueron asesinadas por la persona que dijeron amar.

    ¿Qué pide la familia a las autoridades?

    El pedido es claro: justicia. La familia de Liz exige que se capture al presunto feminicida y que el caso no quede en la impunidad. “Queremos que se haga justicia. Que no sea una estadística más”, declaró su padre con profunda tristeza.

    A medida que el tiempo avanza, aumenta la presión ciudadana para que las autoridades actúen con celeridad. Las organizaciones de mujeres también se han sumado al pedido de justicia. Mientras tanto, el rostro de Liz continúa visible en murales, gigantografías y corazones, como símbolo de una promesa rota y una lucha que no se detendrá.

    • Liz Collantes fue asesinada a los 19 años en Tingo María.

    • Su expareja, con orden de captura, es el principal sospechoso.

    • Amaba el vóley y soñaba con convertirse en docente.

    • Su familia exige justicia y su comunidad ha salido a las calles.

    • Videos en TikTok ahora son parte de su memoria.

    • La Policía continúa buscándolo.

    • Su nombre representa hoy una lucha contra el feminicidio.