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En legítima defensa: Casos en los que civiles usaron un arma para defenderse de la delincuencia

Portar un arma es para algunos la alternativa a la seguridad que a veces las autoridades no dan al ciudadano.

Ellos han decidido tomar las armas para enfrentar la delincuencia en cualquier momento. Son civiles que ante un asalto deberán decidir sin disparan o no. Así como una bala puede salvarles la vida también puede llevarlos al borde de un delito, todo depende si hubo o no legitima defensa.

El abogado Luis Tudela, aclara: “En la legítima defensa está más ligada a una situación de emergencia en donde uno ve en peligro su vida te van asaltar, están asaltando a uno de tus hijos, lo están secuestrando a uno y repeles eso”. Es decir, un ciudadano con licencia para portar armas si puede disparar a un delincuente, siempre y cuando esté en riesgo su vida, su salud o alguno de sus bienes. Esa es la legitima defensa.

Aldo Bahamonde es uno de los tantos portadores de armas en la ciudad, pero a diferencia de muchos él si se vio obligado a disparar la noche del 14 de diciembre para impedir que asalten a su familia en la misma puerta de su casa. Uno de sus disparos acabó con la vida de uno de los asaltantes. Bahamonde usó su pistola para defender su casa frente a delincuentes armados, sin embargo horas después le anunciaron que sería investigado. 

Quizás el caso más emblemático es el caso de Luis Miguel Llanos. La noche del 27 de diciembre del 2012, el empresario recogía a su enamorada en Miraflores cuando tres hombres armados intentaron asaltarlo. Él estaba preparado, había recibido entrenamiento y utilizando su arma hirió a dos asaltantes, en el pecho y en la nuca. Ambos murieron en el acto, pero su historia no terminó con el asalto frustrado. A Llanos la fiscalía le abrió una larga investigación por homicidio y lo acusaron de haberse ensañado con los delincuentes. Apenas un mes después, un joven universitario también decidió defenderse, Gastón Gabriel Mansilla disparó a un hombre que intentó asaltarlo con un cuchillo. También lo acusaron, bajo el argumento de que había actuado de manera desproporcionada ante el ataque y estuvo 3 días preso. Finalmente tanto él cómo Llanos quedaron libres de cargos, pues actuaron en legítima defensa, es decir sus disparos fueron para resguardar su vidas. Las leyes pueden protegerlos así la defensa sea con una fuerza mayor.

El cambista Luis Ernesto Alanocco trae nuevamente en debate cuando se debe repeler un ataque, y si se ajusta o no a la legítima defensa.
Sólo en setiembre la fiscalía ha registrado 5,524 casos de robo en el país, Alanocco ha sido una víctima más de la delincuencia, pero él se defendió con su propia arma. Será la fiscalía la que decidirá si actuó o no en legítima defensa.

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