Testimonios de las secretarias de PCM involucran a Betssy Chávez en el golpe de Pedro Castillo

Mientras en el Congreso se sumaban los votos a favor de la vacancia, la expremier pidió a su escolta que la trasladara a la Embajada de México y a un trabajador suyo llevar a Palacio su carta de renuncia

 

Video: Cuarto Poder

Betssy Chávez esperaba así ser detenida por la policía. Era la tarde del 20 de junio pasado. Sólo minutos antes se había conocido la decisión de la Corte Suprema de dictar 18 meses de prisión preventiva para la expremier, una de las personas de mayor confianza de Pedro Castillo, por la investigación del frustrado golpe del 7 de diciembre. 

Mientras Chávez esperaba tranquila dentro de su casa en Tacna, afuera, unos agresivos parientes de la también suspendida congresista desataban toda su furia contra los periodistas.

A minutos de perder su libertad, su cuenta de TikTok era su principal refugio. Finalmente, la policía llegó a la casa del pasaje Sol de Oro 1921, en Tacna. Detrás del grupo de policías que estaba a punto de detenerla, había una placa que decía “Carpe Diem”, cuyo significado es “aprovecha cada día”. Parecía ser el presagio para alguien que vivía sus últimos momentos en libertad. 

Betssy Chávez pasó la noche detenida en las instalaciones de la Corte Judicial de Tacna y al día siguiente fue trasladada a Lima en un avión de la policía y puesta a disposición de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema.

En medio de un inusitado resguardo de las fuerzas del orden, la expremier llegó a Palacio de Justicia para cumplir con todas las diligencias de ley antes de ser recluida en un penal. El miércoles 21 de junio a las 12:13 de la tarde, finalmente Chávez estuvo cara a cara con el juez Juan Carlos Checkley.

Lejos de la casa y trabajo que acreditó en Tacna, la empresa LOGISMAQ PERÚ, ubicada en medio de chacras, a 50 minutos de la ciudad, Betssy Chávez fue trasladada al penal Ancón II para su clasificación. Al día siguiente, el jueves 22 de junio a las 3 y 23 de la tarde, la ex jefa de Gabinete fue recluida en el penal Anexo de Mujeres de Chorrillos. Todavía mostraba la sonrisa y escondía las esposas.

Han pasado casi 7 meses del intento de golpe de Pedro Castillo y, pese al tiempo transcurrido, siguen apareciendo nuevos y reveladores testimonios de lo que pasó ese día en Palacio de Gobierno. Entre ellos, los de las secretarias de la Presidencia del Consejo de ministros, dos personas muy cercanas a las actividades de la entonces premier Betssy Chávez.

Esa mañana, Betssy Chávez utilizó el pasadizo que conecta las oficinas de la Presidencia del Consejo de ministros con Palacio de Gobierno unas tres veces, según testigos. De ida y vuelta caminó sin casi mirar a nadie, como evitando que le pregunten qué estaba pasando.

La actitud de la entonces premier llamó poderosamente la atención del personal de la PCM y Palacio. En medio del suspenso, su edecán, comandante de la Fuerza Aérea Rosario Gatty, logró ver que Betssy Chávez permitió el ingreso de periodistas a Palacio de Gobierno, sin aparente correo ni coordinación de por medio. Aquí la declaración de una de las secretarias es clave.

Cerca de las 11:30 de la mañana, del pasado miércoles 7 de diciembre, Cintya Malpartida y su camarógrafo, ambos periodistas de TV Perú llegaron para supuestamente cubrir una actividad en PCM. En un acto que parecía estar fuera de todo protocolo, la misma Betssy Chávez los recibió y condujo a Palacio de Gobierno, al despacho donde, el ahora recluido Pedro Castillo, se preparaba para dar un mensaje a la Nación.

Cintya Malpartida ha sido comprendida en la investigación por el golpe de Estado como testigo. Estuvo más de media hora en Palacio de Gobierno recibiendo las indicaciones de la entonces premier Betsy Chávez. Estuvo cara a cara con el entonces presidente Pedro Castillo quien, a última hora, le ordenó avisar que no sería una simple transmisión, sería un mensaje a la Nación.

A las 11 y 53, la misma Betssy Chávez despidió al equipo periodístico. A las 11 y 58, las cámaras de seguridad muestran ya los últimos movimientos de la premier antes de abandonar Palacio. En medio de un plan que parecía estar fuera de control, la entonces premier todavía tenía algo más en mente.  

Retornó a su despacho en busca de elaborar un decreto supremo para refrendar la decisión del entonces presidente Castillo de cerrar el Congreso e instaurar un régimen de excepción. Allí la aguardaba una persona de su entera confianza que solía entrar a su oficina como visitante. Nadia Contreras buscaba con apuro un formato para que se publique un decreto supremo “exprés”. 

En ese momento de máxima tensión, y mientras en el Congreso se iban sumando votos para la vacancia de Castillo, Chávez Chino llamó a su edecán y pidió a su comitiva ir rumbo a la Embajada de México. Abordó su camioneta negra de placa EGO 151 y se marchó.

Sin camino de retorno, las personas que aún estaban en el despacho de Betssy Chávez recogieron sus cosas y salieron detrás de la jefa.  

Jugaba en contra el tiempo para Betssy Chávez, quien parecía iba en busca de un asilo político, pero algo ocurrió en el camino. Antes de llegar a la Embajada de México, Chávez Chino, pidió a su comitiva que se dirija a su despacho congresal en jirón Junín, en el Centro de Lima.  En paralelo, un trabajador con credencial del Congreso, según testigos, llegaba a la PCM con la carta de renuncia de Betssy Chávez como premier.

El chofer de Betssy Chávez trató de realizar varios cortes de camino para evitar la congestión vehicular. Según Percy Puma Coricaza, conductor del vehículo que custodiaba la camioneta oficial de la expremier, se fueron por el puente Trujillo, Alameda Chabuca Granda, avenidas Tacna y Chancay. Llegaron al cruce de España y Uruguay para luego tomar la avenida Brasil. Ya rumbo a San Isidro, Betssy Chávez dio una nueva indicación. La comitiva se recondujo por la avenida Alfonso Ugarte y los jirones Cañete y Callao hasta llegar al edificio Ramírez del Villar en jirón Junín, destino final.

Más de 6 meses después de ese 7 de diciembre, se siguen conociendo detalles de lo que pasó ese día en Palacio de Gobierno. Una historia que va revelando secretos por capítulos, pero de la todavía estamos lejos de que se escriba el capítulo final.

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