El constructor y las empresas de los hermanos Fujimori

Se llama Henry Shimabukuro y es un empresario dedicado a la construcción de estructuras metálicas. Adquirió reciente notoriedad porque denunció haber construido en el 2014 un almacén en Villa El Salvador para los hermanos Fujimori, trabajo por el que le terminaron adeudando cerca de 300 mil soles. El problema es que nunca ha quedado claro quién le debe semejante cantidad de dinero. 

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“Yo firmé un contrato con el señor Rolando Flores y los demás contratos no los quisieron firmar ni Zuzunaga ni Arturo Makino, siempre se oponían, no querían firmas”, denunció Shimabukuro. 

Inicialmente, Shimabukuro responsabilizó a la dueña del terreno donde se construyó este imponente almacén: Mirtha Zuzunaga Alba. Sin embargo, en su denuncia involucró también a personas vinculadas al entorno de la familia del expresidente Fujimori, a sus hijos Sachi, Hiro y Kenyi. También al electo congresista de Fuerza Popular, Miguel Torres Morales, hijo de Carlos Torres y Torres Lara, una insigne figura del fujimorismo de los años noventa. 

Cuarto Poder tuvo acceso a documentación exclusiva relacionada a este caso que podría dar nuevas luces no solo sobre la responsabilidad de quienes le deben dinero a este señor sino, también, sobre quiénes estarían detrás de los negocios de los Fujimori. 

Se trata del contrato de arrendamiento entre la propietaria del terreno, Mirtha Carmela Zuzunaga Alba, y la arrendataria, la empresa Almacenes Internacionales SAC (ALYNSA), cuyo gerente general es Arturo Makino Miura, amigo íntimo de los Fujimori, hijo de Roberto Makino, de la recordada ONG Apenkai y acompañante en el vuelo que llevó al expresidente Alberto Fujimori de Japón a Chile en noviembre de 2005. Como apoderado de la empresa figura el congresista Miguel Torres. El contrato data de abril de 2014. 

En el contrato, ALYNSA se comprometía a arrendar un inmenso terreno para las actividades de almacén logístico a cambio de una renta mensual de 19 mil dólares. Lo curioso del asunto es que como fiadoras solidarias, es decir como garantes y responsables de que ALYNSA cumpla con la arrendadora, figuran en este contrato tres empresas vinculadas a los Fujimori: Ogura Capital Partners y Vantage Merchant Capital, que en ese momento, tenían como representantes a Arturo Makino y a Miguel Torres. 

Los titulares de la tercera empresa MSK Servicios SAC eran Sachi Fujimori y su esposo, el alemán Marc Koenig. Tanto Alinsa, como las tres empresas fiadoras, se constituyeron en el estudio de abogados del electo congresista Miguel Torres, con un capital social de mil soles cada una, en un periodo de tiempo que va de comienzos de 2013 a comienzos de 2014, precisamente los meses previos antes de la firma de este contrato. 

“ALYNSA tiene varios accionistas por ende quiero desterrar la idea que es la empresa de la familia Fujimori, una de ellas es MSK Servicios que accionista que es accionista mayoritario Mark esposo de la señora Sachi Fujimori”, dijo el abogado de la empresa cuestionada. 

Agregó que Ogura Capital Partners y Vantage Merchant también son acciones de ALYNSA. Indicó que en el 2015, Kenji Fujimori dejó de pertenecer a la primera empresa, mientras que su hermano Hijo hizo lo mismo en el 2014, respecto a la segunda.   

Según el contrato al que tuvimos acceso, Mirtha Zuzunaga Alba se comprometía a entregar el inmueble en dos meses con una serie de obras entre las que figuraba la nave del almacén, cercos perimétricos, casetas de seguridad, entre otras cosas. Shimabukuro, el personaje de esta historia, dice que esas obras en realidad se las encargó Makino a nombre de ALYNSA. 

Como pruebas de sus dichos, Shimabukuro presenta unas facturas por las obras que dice haber hecho a nombre de ALYNSA. Buscamos insistentemente la versión de todos los aludidos en esta historia. Mirtha Zuzanaga nos contestó por teléfono.  

Tras la difusión del reportaje, el congresista Miguel Torres Morales aseguró que ALYNSA no tiene ninguna “relación contractual” con el denunciante. 

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“El señor Shimabukuro no tiene relación contractual por la nave con la empresa ALYNSA sino con la propietaria del terreno, la señora Zuzunaga”, dijo el legislador. Agregó que es lo “más normal del mundo” que accionistas participen como fiadores en un contrato de arrendamiento.